"El tiempo entre costuras" pone banda sonora a la vida de Sira Quiroga

"Mi Sira está en buenas manos", dijo Dueñas cuando vio a su personaje sobre el escenario, cuenta orgullosa la protagonista de la historia, la actriz Laura Enrech
"El tiempo entre costuras" pone banda sonora a la vida de Sira Quiroga
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La novela de María Dueñas "El tiempo entre costuras" tuvo más de cinco millones de lectores en todo el mundo y una audiencia millonaria en su versión televisiva, y ahora le toca el turno a su versión en teatro musical, un espectáculo que cuenta con el asesoramiento de la autora.

"Mi Sira está en buenas manos", dijo Dueñas cuando vio a su personaje sobre el escenario, cuenta orgullosa la protagonista de la historia, la actriz Laura Enrech.

María Dueñas (Puertollano, 1964) se involucró desde el primer momento en el proyecto que dirige Ignasi Vidal y al que pone música Iván Macías y Felix Amador, que se estrena este jueves en Madrid en el Espacio Ibercaja Delicias, donde permanecerá hasta el 22 de mayo.

La autora ha reseñado este jueves en la presentación de la obra que detrás de la producción hay un "gran talento, grandes medios y mucho respeto al texto", y su petición principal a los productores, "que no se tergiversara la novela, que estuviera su esencia, se ha conseguido con creces", ha señalado.

Condensar 700 páginas en dos horas no ha sido fácil, ha asegurado a Efe el productor Dario Regattieri, director de beon Entreteinment. "Lo difícil ha sido decidir qué quitar" de esta historia que se desarrolla entre Madrid y el Norte de Marruecos, en lujosos salones y con un rico vestuario, del que parte se ha encargado el modista Lorenzo Caprile.

La obra aborda el emocionante historia de la joven modista Sira Quiroga, que abandona Madrid por amor rumbo a Tánger (Marruecos) en los meses previos al inicio de la Guerra Civil. El destino le llevará a Tetuán, para volver al Madrid proalemán de la posguerra o a la Lisboa más cosmopolita como espía.

La profesión de Sira queda a la vista de inmediato. Desde lo alto del escenario cuelgan un sin fin de vestidos, mientras del techo de la carpa se cruzan telas simulando una jaima y lámparas propias de la decoración de una vivienda árabe, para lograr que el espectador entre en la historia desde el primer momento por lo que ve y por el sutil aroma a incienso que inunda el patio de butacas.

"María (Dueñas) ha sido fundamental, nos ha ayudado a poner la historia en marcha y ambientarla a través de la música, mostrando ambientes y culturas distintas hasta condensarla", ha señalado Regattieri, quien añade que todos aquellos que han visto el espectáculo han podido ver reflejados a los personajes del libro.

La escenografía ha sido otro de los apartados complicados de la producción. "Hay poco tiempo para pasar del desierto, con una luz determinada y una arquitectura concreta de los años 40, a otro ambiente". Hacerlo creíble ha sido el reto para el escenógrafo para que no se pierda el hilo de la historia.

El vestuario que ha confeccionado Lorenzo Caprile para Sira hace de ella una sencilla costurera cuando se inicia la historia, para convertirla en la sofisticada espía a su regreso a Madrid, la reina de cualquier velada, que para Laura Enrech (Madrid, 1989) supone treinta cambios de vestuario en dos horas.

"En esencia todo el espectáculo tiene que ver con lo creado por María Dueñas", dice la actriz, que justifica y comprende las decisiones que toma su personaje.

"Me fascina contar historias y tener una Sira entre manos es un tesoro. Lo ves tan grande que te supera, ni siquiera me había atrevido a soñarlo", comenta emocionada.

Le sobrecogía respeto y la tensión de la opinión de la autora al representar a un personaje como Sira, "es su niña", pero se disipó rápido.

"Ha sido encantadora conmigo", comenta y recuerda cómo le dijo que "su Sirita estaba en muy buenas manos, me pasó el testigo con mucho cariño y amor".

Los cambios de vestuario suponen un trabajo añadido a su labor vocal e interpretativa: "mi vida cuando no estoy en el escenario es pleno frenesí, pero me siento muy cuidada y salgo con confianza".

El director musical Ivan Macías comenta emocionado que está satisfecho con el resultado, que tiene una base musical sustentada en música española de la época, como unos tanguillos, aunque los personajes se muevan por ciudades como Tánger o Lisboa.

"El swing solo se escuchaba en círculos privados", señala. Siete músicos en directo serán los encargados de acompañar las canciones en las que está muy presente la guitarra española, para acompañar este viaje de "pasión de Sara Quiroga".

"Como productores estamos intentando hacer espectáculos originales, con obras propias, sin licencias de Broadway, para dar salida al talento que hay en España", tanto de coreógrafos, técnicos o adaptadores de textos, un talento que también se puede exportar concluye Regattieri.

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