Museo del Ejército recuerda la historia de la mili mediante un bombo de 1839

Periódicamente, el Museo del Ejército fija su atención en una pieza de su colección permanente y da a conocer pormenores de su historia a través de su página web y en esta ocasión expone la historia de un bombo, procedente de Lugo
Museo del Ejército recuerda la historia de la mili mediante un bombo de 1839
photo_camera Museo del Ejército recuerda la historia de la mili mediante un bombo de 1839

A través de un bombo de quintos de 1839, el Museo del Ejército explica cómo este elemento marcaba el destino de los jóvenes en edad de prestar el servicio militar e incide en que el sistema de los quintos se remonta al siglo XVIII, cuando fue adoptado en España con la llegada de los Borbones.

Periódicamente, el Museo del Ejército fija su atención en una pieza de su colección permanente y da a conocer pormenores de su historia a través de su página web y en esta ocasión expone la historia de un bombo, procedente de Lugo, según ha consultado Efe.

El 9 de marzo de 2001 se aprobó el decreto que suspendía el servicio militar obligatorio a partir de diciembre de ese mismo año.

Un elemento simbólico de la mili era el bombo de quintos, que venía a ser una lotería que marcaba el destino de los jóvenes en edad de prestar servicio militar ya que los números extraídos determinaban quiénes debían alistarse y a qué lugares se les destinaba.

Uno de los dos bombos que el Museo del Ejército conserva en su colección de patrimonio etnográfico está datado en 1839 y en su interior se conservan las bolas con las que se procedía al sorteo.

El sistema de los quintos fue adoptado en España a principios del siglo XVIII con la llegada de los Borbones y copiaba el modelo francés de reclutamiento basado en las 'quintas', que se denominaban así porque se escogía para el servicio a una quinta parte de los mozos en edad militar mediante sorteo.

El sistema de quintas fue utilizado de forma irregular y legislado a través de distintas ordenanzas hasta que en 1812 las Cortes de Cádiz proclamaron el principio de obligatoriedad del servicio militar para todos los varones, y en 1876 la nueva Constitución generalizó este servicio para toda España.

Durante el periodo en que está datado el bombo que muestra el Museo del Ejército, el sorteo se realizaba en el mes de abril y se regulaba por una ordenanza de 1837.

Durante el siglo XIX y principios del XX, los números del sorteo eran extraídos por niños, pero desde 1924 la acción se militariza y las bolas son extraídas por jefes u oficiales.

El sorteo se realizaba con dos bombos, en los cuales se introducían respectivamente los nombres de cada mozo y los números, y una vez sorteados se procedía a medir a los mozos para excluir a aquellos que, literalmente, no diesen la talla.

Recuerda el Museo del Ejército que la tradición del sorteo de quintos se conoce también en algunos lugares como 'suerte del cántaro' ya que en ocasiones se usaron cántaros en lugar de bombos para sortear.

Comentarios