La historia de una bandera que sirvió para encontrar a su hijo en Argentina

El Museo del Ejército conserva esta bandera, que fue donada por la hija y nieta -respectivamente- de aquellos protagonistas, y ahora ha explicado su historia en su página web
La historia de una bandera que sirvió para encontrar a su hijo en Argentina
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Una bandera de España, de las llamadas de mochila o de percha, con la que regresó a su Galicia natal un soldado que participó en la guerra de Marruecos sirvió, años más tarde, para que este hombre se reencontrase con su hijo en Argentina.

El Museo del Ejército conserva esta bandera, que fue donada por la hija y nieta -respectivamente- de aquellos protagonistas, y ahora ha explicado su historia en su página web, consultada por Efe, en la sección 'En la vitrina' con la que busca llamar la atención sobre una pieza de su colección permanente.

Esta bandera del Regimiento de Infantería Ceriñola 42 participó entre 1921 y 1925 en la guerra del Rif y estuvo presente en el conocido como 'Desastre de Annual'.

El soldado de este regimiento al que pertenecía regresó a su Galicia natal tras el fin de la guerra de Marruecos y, como era la costumbre, se llevó consigo la bandera de mochila como recuerdo.

El hombre se casó y tuvo un hijo, pero él y su esposa se vieron obligados a emigrar a Argentina en busca de un futuro mejor y dejaron al niño al cuidado de sus abuelos.

Al concluir la guerra civil, los padres lograron que su hijo (que ya tenía once años) pudiera salir de España, con lo que embarcó en Barcelona en un barco italiano que lo llevó hasta Buenos Aires.

El niño apenas conocía a sus padres y se llevó la bandera que su padre había traído de África para que le reconociesen, pero cuando el barco llegó a puerto el pequeño agitó su bandera y nadie le respondió ya que la carta que avisaba de su llegada se había retrasado.

Al verse solo decidió volver a España como polizón, pero el capitán del barco le encontró y lo llevó al hotel de inmigrantes, donde estuvo tres días "despierto y sin comer", ha explicado el Museo, con la bandera hasta que su padre lo localizó.

Este tipo de enseñas empezaron a distribuirse en la primera guerra de África (1859-1860) y servían para que los soldados pudieran cubrir y proteger del polvo sus pertenencias, que colocaban en la percha que se les había asignado, lo que explica que los colores y el escudo estén dispuestos verticalmente.

De hecho, su uso se fue extendiendo y en 1904 una Real Orden del ministro de la Guerra declaró "reglamentario en todos los cuerpos el pañuelo cubre-perchas denominado de bandera española".

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