Amenazas en verso a un alcalde de Toledo en 1802 para que baje precio del pan

Esta amenaza en verso forma parte de un expediente que conserva el Archivo Histórico Provincial de Toledo, ha señalado a Efe su director, Carlos Flores, quien lo ha publicado en el blog del Archivo
Amenazas en verso a un alcalde de Toledo en 1802 para que baje precio del pan
photo_camera En la imagen la sede del Archivo Histórico Provincial de Toledo

En Mascaraque (Toledo), fijado a una estructura con forma de horca, apareció en 1802 una amenaza en verso dirigida al alcalde para que baje el precio del pan: "Luis de Vidales, alcalde,/lástima tengo de ti./Si no bajares el pan/aquí tienes que morir".

Esta amenaza en verso forma parte de un expediente que conserva el Archivo Histórico Provincial de Toledo, ha señalado a Efe su director, Carlos Flores, quien lo ha publicado en el blog del Archivo.

En base al expediente del caso, que tiene casi 300 folios, sabemos parte de lo que ocurrió, pero no todo porque falta la pieza con la conclusión de la investigación, que probablemente esté en otros archivos.

En el año 1802, una serie de malas cosechas estaban provocando fuertes subidas de los precios de los bienes más necesarios, y el 23 de mayo las autoridades de Mascaraque se enteran de que en la vecina Mora se han producido motines relacionados con el pan y se han destruido hornos, algo importante para ellos porque Mora era su abastecedor principal de pan.

A la vista de todo esto, las autoridades de Mascaraque deciden el 2 de junio requisar todo el pan, la harina y el trigo disponibles para guardarlo en una casa y poder racionarlo.

Pero al llegar a esa casa se encontraron con un grupo numeroso de enfadados vecinos que pedían que el pan se vendiera "a diez cuartos" no a catorce como estaba.

Los amotinados encerraron a los notables del lugar, incluyendo el cura, y fueron a sus domicilios a registrar en busca de pan y trigo.

Al día siguiente apareció el anónimo "Luis de Vidales, alcalde,/lástima tengo de ti./Si no bajares el pan/aquí tienes que morir", sobre el cual un testigo dijo que los amotinados la tomaron con ese alcalde "porque decían había dicho los había de ver rabiar de hambre".

La investigación, que llevó a cabo otro alcalde, fue larga, con muchos testigos, y se dictó orden de detención contra 17 personas, algunas de las cuales fueron detenidas enseguida y otras al cabo de varias semanas.

Incluso se organizó una redada la noche del 8 al 9 de junio con un pequeño destacamento de soldados, ha rescatado el Archivo Histórico de Toledo.

También sabemos que el alcalde que investigaba estos hechos no tenía sitio para meter a tanto procesado y pidió que dejaran mandar algunos a la cárcel de Toledo, pero recibió una negativa. 

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