Hiendelencina cumple la 44 edición de su Pasión Viviente el próximo Viernes Santo

Un año más, los vecinos de este municipio representan las escenas de la Pasión de Cristo a semejanza de un Vía Crucis viviente y han elaborado los decorados, escenarios, vestuario y ambientación, además de colaborar en la organización

Hiendelencina cumple la 44 edición de su Pasión Viviente el próximo Viernes Santo / Fotografía: guadalajaradiario.es
photo_camera Hiendelencina cumple la 44 edición de su Pasión Viviente el próximo Viernes Santo / Fotografía: guadalajaradiario.es

La localidad de Hiendelencina (Guadalajara) celebra el próximo Viernes Santo, día 25 de marzo, su 44º edición de la Pasión Viviente, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2001.

Un año más, los vecinos de este municipio representan las escenas de la Pasión de Cristo a semejanza de un Vía Crucis viviente y han elaborado los decorados, escenarios, vestuario y ambientación, además de colaborar en la infraestructura organizativa.

La primera representación tuvo lugar en 1972 por iniciativa del entonces sacerdote Bienvenido Larriba y del maestro del municipio Abelardo Gismera, que, con un grupo de jóvenes, sacaron a la calle el Vía Crucis que se realizaba en el interior de la Iglesia.

Para realizar los textos que interpretaban tomaron como base una transcripción literal de los Textos Bíblicos, que aderezada con un lenguaje popular, fresco, respetuoso e incluso, en muchos casos, fruto de la improvisación, dio forma a unos diálogos que se conservan desde entonces.

Los actores, todos ellos no profesionales y vecinos del pueblo, escenifican la Pasión Viviente en la Plaza Mayor, culminando la obra con la crucifixión en un pequeño cerro cercano y con el Alto Rey como telón de fondo.

La última cena, el huerto de los olivos, los juicios ante Caifás, Pilatos, las caídas y la crucifixión son algunas de las escenas que se representan en riguroso directo.

Desde 1972, este evento lleva representándose de forma ininterrumpida, pese a la meteorología adversa de algunos años, y atrae hasta este pueblo de apenas 150 habitantes a más de 3.000 visitantes para disfrutar de esta tradición.

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