García Candau: 'Constantino Romero era una persona a la que había que querer'

Jordi García Candau, exdirector general de RTVCM, ha asegurado hoy que Constantino Romero era "muy inteligente" y sabía perfectamente "por lo que estaba pasando" a medida que avanzaba su enfermedad, y le ha definido como "una persona a la que necesariamente había que querer".

En declaraciones a Efe mientras viajaba camino de Barcelona para asistir a la capilla ardiente de su amigo -fallecido esta madrugada en Barcelona y al que ha definido como "una persona a la que necesariamente había que querer"- García Candau ha asegurado que "desgraciadamente", ha vivido la enfermedad de su amigo "desde hace tiempo".

Y ha desvelado que el último programa que hizo en la televisión de Castilla-La Mancha lo grabó "apoyándose en un taburete" porque la enfermedad ya "le había empezando a minar su movilidad".

"He tenido mucha relación con él. Venía a menudo a mi pueblo, dónde íbamos de paella y ya en diciembre, fecha en la que tradicionalmente nos reuníamos con mis amigos, me dijo que lamentablemente este año no podía acudir", recuerda Candau.

A partir de ahí, el 27 de diciembre fue ingresado en una clínica en Barcelona y "ya no salió de la UVI" ha precisado el periodista, quien ha asegurado que la enfermedad que sufría Romero era "bastante difícil y complicada" y que, durante sus visitas a la clínica, "unas veces estaba sedado y otras plenamente consciente".

Para Jordi García Candau Constantino Romero era "un gran tipo, muy singular y de una rigurosidad y profesionalidad en el trabajo extraordinaria", una cualidad por la que "le admiraba profundamente" y que le hizo ser "brillante en todo lo que llevó a cabo".

"Ha sido un gran profesional de la televisión, de la radio, un magnífico doblador de cine y una de las voces más gloriosas de nuestro país", ha recordado Candau, quien ha destacado su carácter "polifacético" y el hecho de que "todo lo que hacía, lo hacía bien", algo "difícil en una profesión en la que siempre hay múltiples complicaciones".

La clave de su éxito en todos los campos, a su juicio, era su "rigor y profesionalidad", que le hacía -ha recordado- "prepararse todo concienzudamente; podía ir mañana a un recitado de poemas y se lo preparaba metódicamente".

En el plano personal, ha precisado, "no era fácil que se abriera a los demás" porque, a "a pesar de ser un gran actor y presentador, tenía una enorme timidez que venía de sus propias vivencias", según Candau, quien ha puesto de manifiesto que Romero tuvo una infancia "difícil y complicada" en una España en la que había necesidades y en la que su madre tuvo que sacarlo sola adelante ante el fallecimiento de su padre.

"Él se sobrepuso a todo eso y realizó unos estudios brillantes. Era un políglota extraordinario y un hombre con una capacidad intelectual muy grande" al que echará "mucho de menos", ha concluido Candau.

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