Israel Fernández: "Mi inspiración es que los jóvenes escuchen flamenco"

"Yo sobre todo intento que la gente joven escuche flamenco, esa es mi inspiración", admite este cantaor toledano, que con tan solo 18 años grabó su primer disco
Israel Fernández fusiona flamenco con flamenco en 'Universo Pastora'
photo_camera Israel Fernández: "Mi inspiración es que los jóvenes escuchen flamenco"

Señalado como una de las voces más prometedoras del flamenco actual, el toledano Israel Fernández proclama en su segundo disco de estudio, "Amor", su "devoción" absoluta por el cante con respeto y observancia a la tradición, pero con letras de su autoría que ponen este arte en tiempo presente.

"Yo sobre todo intento que la gente joven escuche flamenco, esa es mi inspiración", admite este cantaor toledano, que con tan solo 18 años grabó su primer disco y desde entonces ha compartido tablas con figuras como Raimundo Amador o José Mercé y participó también en el espectáculo musical "Flamenco hoy" del cineasta Carlos Saura.

Publicado por Universal, "Amor" toma el relevo a "Universo Pastora" (2018), en el que rendía homenaje a La Niña de los Peines y en él se atreve a presentar por primera vez sus propias letras: "Ahora me siento con la experiencia y el peso de lo vivido", dice.

La mejor literatura que hay es el flamenco, porque en un pequeño trozo te cuenta una vida. Pero las letras de antes te contaban las cosas de antes, que si iba con mi burro y mi carro... Ahora hay que contar lo que pasa ahora", justifica.

Escrito en la grabadora de su móvil a lo largo de muchos momentos de todo un año, incide mucho Fernández en la importancia de lo que se cuenta, pues a la hora de abordarlo distingue entre ser cantante y cantaor.

El primero canta canciones, también de maravilla, pero en el cante más que interpretar hay que sentir, meterse uno dentro y percibir la fatiga o la alegría para llegar conmover", señala.

Desde la inicial "Alegrías de Santa Ana", en este álbum se pasea entre tangos, granaínas, bulerías y todos los palos que se le pongan por delante, especialmente fandangos ("Como yo te quiero") y soleás ("Soleá del cariño").

Si estoy bien de la voz, me siento cómodo en cualquier palo, pero me gusta mucho cantar por fandango y por soleá, que es muy señorita y elegante", admite, antes de volver a subrayar que, "aunque parezca que el flamenco es muy de la calle, de mucho 'ay' y mucha fiesta, es elegante y de mucha pureza".

De hecho, este disco lo llamó "Amor" para reflejar su "devoción por la música, por el cante y por el flamenco", que es su "amor platónico", al que se entregó desde niño escuchando las casetes de su padre, convencido de que la cuna no es lo que importa, sino "el arte y el don".

Fernández, que en algunos casos ha escrito estos temas como el pintor que da color a sus cuadros, se decanta en esta sinestesia musical por "colores alegres" y por uno que "espiritualmente" es el que más le llena, "el morao", que tiene mucha nostalgia.

Y yo soy más nostálgico y amoroso, pero de un amor fatigoso", añade.

Al joven cantaor acompaña a la guitarra en este disco otro "Morao", Diego del Morao, con el que comparte su visión de un flamenco apegado a la tradición pero con mirada contemporánea.

Él ha conseguido ser un espejo para los jóvenes, pero ha estado en todos los tiempos por su padre y su familia. Para mí estar con él ha sido un regalo", destaca Fernández, que ve el flamenco como "un carro o un paso que empujan entre todos".

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