El interiorista y diseñador de artesanía lagarterano Tomás García Alía, reconocido con una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, ha explicado que lleva en su ADN la defensa de la artesanía y ha subrayado que lleva treinta años aplicando artesanía al diseño para crear un lenguaje contemporáneo.
García Alía (Lagartera, 1964) ha reconocido a Efe la "emoción" con la que recibió, el martes, la llamada del ministro de Cultura, Miquel Iceta, para comunicarle la concesión de una de las 33 medallas que el Consejo de Ministros ha aprobado conceder a personas y entidades que han destacado en el campo de la creación artística y cultural o han prestado servicios relevantes en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patrimonio artístico.
"Lo he recibido emocionado, no lo esperaba. Me ha llegado al alma", ha señalado este interiorista que se ha dedicado "a trabajar y luchar por lo que amo y lo que siento", ha confesado.
La primera imagen que le vino al recibir la noticia fue la de su madre, Pepita Alía, reconocida maestra bordadora de Lagartera y "una mujer luchadora que ha peleado por todo el mundo para llevar la excelencia de Lagartera", ha señalado su hijo.
García Alía ha explicado que el premio lo divide en dos partes "bien diferenciadas": en un lado sitúa el componente de diseño y arquitectura, que es su profesión, y en el otro pone "lo que tengo grabado en mi alma, mi ADN, la seña de identidad, la defensa de la artesanía" desde las diferentes plataformas en las que trabaja.
De hecho, es embajador en España de la Michelangelo Foundation, entidad que se dedica a proteger la alta artesanía de Europa; también lo es de la cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo (que han sido declaradas Patrimonio de Humanidad) y forma parte del patronato de la Real Fundación de Toledo.
"Son algunos de los altavoces que utilizo para reconocer la excelencia artesanal del país y ponerla en valor. Sobre todo, con la teoría de aplicar el diseño a la artesanía para crear un lenguaje contemporáneo", ha explicado.
Ha defendido que "la marca de este país está en manos de los guardianes que custodian las señas de identidad plurales que tiene" y en este sentido ha subrayado la importancia de "proteger y defender" la maestría artesana aunque distinguiendo bien lo que son manualidades, "que no tiene nada que ver con artesanía", artesanía, maestría y excelencia.
Y por encima de esa escala sitúa a "los tesoros vivientes", entre ellos Pepita Alía, "que se han dedicado a proteger desde la excelencia la seña de identidad riquísima de este país, la han paseado por el mundo, la han defendido a capa y espada y han hecho de eso una marca".
El interiorista reconoce que hay una tendencia internacional, fundamentalmente europea, que va en la misma línea de proteger la identidad.
"Europa se está refundando. Hay una nueva Unión Europa 'bauhaus' donde los pilares fundamentales son lo bello, lo verde y lo sostenible. Y la artesanía está claro que es uno de estos pilares", ha dicho.
Tomás García Alía lleva treinta años aplicando artesanía al diseño y creando patrones, y lo sigue haciendo en la actualidad, por ejemplo, en los 16 proyectos hoteleros en los que su estudio, Caramba, está trabajando en Europa: "lo que hacemos siempre es revisar las identidades locales y las ponemos en clave contemporánea", ha apuntado.