Achero Mañas saca en "Un mundo normal" al Ernesto Alterio menos impostado

En "Un mundo normal", Alterio interpreta a un excéntrico director de teatro que, para cumplir la última voluntad de su madre (Magüi Mira), roba su ataúd camino del cementerio para lanzar su cuerpo al mar, un deseo real que vino de la madre del director
Achero Mañas saca en "Un mundo normal" al Ernesto Alterio menos impostado
photo_camera Achero Mañas saca en "Un mundo normal" al Ernesto Alterio menos impostado

Desde que rodase "Perfectos desconocidos" (2017), Ernesto Alterio entró "en racha" con cuatro series ("Narcos" y "Las chicas del cable", entre ellas) y siete largometrajes, en papeles que no pasan desapercibido, como el protagonista de "Un mundo normal", una especie de alter ego del director, Achero Mañas.

Un trabajo, afirma el argentino en una entrevista con Efe, que le apetecía hacer de forma especial después de unos cuantos personajes maravillosos, pero creados desde lo más estrafalario de su alma de actor, y que ha agradecido al director: "Achero necesitaba que no hubiera nada de afectación, sino un ejercicio de sinceridad donde no hubiera nada impostado".

"Para mí ha sido entrar en un mundo familiar; se generó un vínculo que hizo de la película algo muy especial en ese sentido; el papel requería algo así. Y eso me atraía mucho", señala.

Alterio llega directo a Madrid desde Málaga, donde anoche se otorgaban los premios Max, donde estaba nominado como mejor actor por "Shock" (ganó Lluis Homar), a donde volvía apenas una semana después de presentar la película en el Festival de Málaga, donde compitió en la Sección Oficial.

En "Un mundo normal", Alterio interpreta a un excéntrico director de teatro que, para cumplir la última voluntad de su madre (Magüi Mira), roba su ataúd camino del cementerio para lanzar su cuerpo al mar, un deseo real que vino de la madre del director.

"La petición de mi madre me hizo pensar cómo sobrevienen las singularidades frente a la dictadura de la mayoría, aunque lo normal vaya contra nuestra esencia", comenta el director con Efe, un punto de partida que se completó cuando ocurrió un drama familiar (la pérdida de un familiar de manera muy trágica).

"Esto me hizo ver las luces y las sombras, porque al tiempo nació mi último hijo en medio de la negritud y de la tristeza. Vimos la luz y por eso no podía hacer únicamente una película dramática", explica a Efe sobre el tono humorístico de la cinta, "mezcla de risa, de absurdo y de drama".

"El tono era lo más arriesgado y mi apuesta", por eso, dice, optó por Alterio "un actor maravilloso que tiene un abanico increíble, puede ir de la comedia al drama, con tonos medios o altos, y todo en la misma escena".

En esa línea de humor negro, Mañas confiesa a Efe que, durante la investigación para hacer la película, descubrió que podría hacerlo "sin acabar en la cárcel".

"A no ser que mi madre muriera de ébola o de alguna enfermedad muy infecciosa", suelta en un arranque de humor negro.

Tras componer personajes tan divertidos y exóticos como el Ángel Sanagustín de "Ventajas de viajar en tren", o al influencer argentino de "Te quiero, imbécil", o el exotérico coleccionista de cómics extraños Bruguera, de "Orígenes secretos", Ernesto Alterio saca en "Un mundo normal" al padre que lleva dentro.

Y quien le daba la réplica, Gala Amyach, es precisamente la hija de Achero Mañas quien, a pesar de debutar en esta película, fue "un auténtico desafío" para un actor con casi treinta años de experiencia por "su naturalidad y espontaneidad apabullante".

Ninguno de los dos se ve en la tesitura de tener que cumplir un deseo así, porque sus padres respectivos no son como la abuela de Gala (que adoptó su apellido para la vida artística, Amyach), y ambos creen que necesitarían hacer "un ejercicio de reconversión" interno.

Amyach, ha estudiado interpretación en EEUU, donde vive desde los 15 años, tuvo que pasar un casting con su propio padre: "Me puse a escribir y el personaje se iba complicando y se hacía mas difícil; quizá era pedir demasiado a una debutante, pero me había enamorado tanto del personaje que no podía darselo a cualquiera", dice entre risas.

La película ha sufrido tantos avatares -problemas de financiación, suspensión a última hora de su estreno en el Festival de Málaga, la pandemia-, que Mañas ya se ríe: "No sé qué más nos puede pasar", dice resignado, aunque contento de que, por fin, llegue a las salas el próximo viernes 11 de septiembre.

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