Paul Zinnard, que pasará por CLM, pide más protección para la cultura

El cantante y compositor mallorquín Paul Zinnard, Carlos Oliver en su vida íntima, publica 'Clean-cut and rude', un trabajo que, tras su paso por grupos como Bolivians o The Pauls, supone su tercer disco en solitario. Escrito en tan solo un mes y medio y grabado en tres días, el artista destaca la combinación entre la elegancia y la grosería de sus nuevas letras a la vez que reclama a los políticos más protección para la cultura.

Zinnard asegura a Europa Press que la rapidez en escribir este nuevo álbum no responde a un tema comercial, sino que se debe a que las letras salían "casi solas". "No era ni por premura de tiempo ni por la necesidad de hacer un disco, sino porque sucedió así y fue incluso una sorpresa para mí; me salían las letras tan rápido que ni yo mismo era capaz de evaluarlo", explica.

Con una gira a punto de comenzar, que le llevará, entre otras, a ciudades como Toledo, Zamora, Ciudad Real o Madrid, el músico está "convencido" del resultado de sus nuevas canciones, pero se muestra cauteloso a la hora de evaluar qué acogida tendrá entre el público, aunque sus primeras impresiones son buenas. "Hemos actuado en el Monkey Week del Puerto de Santa María y el repertorio funciona", añade.

"La música entra por los pies"

Su música en esta ocasión ya no gira en torno a la voz y la guitarra, a diferencia de la de sus discos anteriores, sino que supone una sinergia perfecta de todos los instrumentos que hace que "se contagie por los pies". Así es como promociona Zinnard esta vez un trabajo con el que anima a su público "a vibrar".

"En los conciertos veía a los músicos muy agarrotados, con demasiado respeto por el aura y la profundidad. Ahora quiero dejar de respetar eso y hacer que la gente vibre, que la emoción entre por los pies. Antes mi público estaba sentado y ahora ya está de pie", subraya.

El artista ha asegurado que el directo, "entendiendo directo como entrar en cabina, cantar y que sea lo que Dios quiera", es fundamental para él. "Ahora mismo en estudio tienes muchísimas facilidades para grabar, se ha convertido en un laboratorio. Siempre he tenido la impresión de que ese 'entrar a cabina y que salga lo que salga' es mucho más real. De la otra manera, los discos se convierten en algo tan correcto que me aburren en cuanto los he escuchado tres veces", destaca Zinnard.

"A mí me hace falta la verdad que tiene el error, el fallo, la imprecisión. La música no se crea con dos músicos tocando uno detrás del otro, sino cuando todos tocan a la vez. Eso es la música y a la hora de grabarlo siento que tengo que respetarlo", agrega.

El título del disco, 'Clean-cut and rude', le encajaba perfectamente. "Es la dualidad entre un trabajo científico y grosero al mismo tiempo. Yo llamaría clean-cut a la parte correcta, elegante, educada, la que se graba en un estudio con un montón de aparatos electrónicos que te ayudan a que todo salga bien. Pero también necesito la parte grosera que es la espontaneidad, el caos, el desorden, la 'rude'", apostilla.

Crítica a los políticos

Preguntado por la opinión que le merece el surgimiento de Podemos y las propuestas culturales del partido como reducir IVA cultural, terminar con la privatización de la cultura y acercarla más a la sociedad, Zinnard asegura que no tiene una opinión clara sobre Pablo Iglesias y su partido, pero "lo que sí puedo decir sin miedo a equivocarme es que durante estos años nos han dejado más solos 'que la una'".

"Yo creo que Podemos es la incógnita pero también la única salvación, aunque en realidad ya no espero nada; ni de Podemos ni de nadie. Hemos vivido tanto en la sorpresa constante de no creernos lo que le estaban haciendo a la cultura que me cuesta confiar en que ahora alguien vaya a hacer algo bueno", concluye el músico.

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