Debido al cierre por las obras de mantenimiento que se van a realizar durante el mes de agosto del Palacio de la Cotilla de Guadalajara, se ha cambiado el detalle monumental del mes, que inicialmente iba a tener como temática el 'Gusto por lo oriental en el siglo pasado', de tal forma que el nuevo detalle monumental se centrará en los frescos de la cercana Capilla de Luis de Lucena.
Esta capilla disfruta de una rica simbología que se desarrolla tanto en sus elementos constructivos como decorativos; mientras el exterior sorprende por el carácter de fortaleza sugerido por los bastiones cilíndricos almenados, en el interior la mirada se va rápidamente a la decoración del techo, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
Todos los autores coinciden en señalar que Luis de Lucena optó por dar a su capilla una imagen defensiva poco propia de este tipo de arquitectura con un claro fin simbólico. Mientras Herrera Casado considera la estética una clara referencia a la fortaleza de la Fe, Muñoz Jiménez sugiere que la estructura rememora el Templo de Salomón, el primero construido en Jerusalén. Como fortaleza de la Fe o Templo de Salomón, la simbología religiosa es manifiesta y se completa con el programa iconográfico de los frescos que decoran el interior.
En sus bóvedas se alternan historias y personajes del Antiguo Testamento que, en sentido profético, anuncian la llegada del Mesías mediante distintas pinturas al fresco, integradas por episodios del éxodo del pueblo Israel, y figuras de las Virtudes, Sibilas y Profetas. Este programa iconográfico fue desarrollado, después de 1580, por Rómulo Cincinatto; artista italiano llegado a España para intervenir en la decoración del monasterio de San Lorenzo de El Escorial y, entre otros proyectos, en las pinturas murales del Palacio del Infantado.
