El estudio de la custodia de Arfe de la Catedral de Toledo impulsado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha detectado "algo de óxido" en zonas bajas de la custodia, posiblemente debido a la humedad de los pétalos que los fieles arrojan durante su recorrido procesional en el Corpus Christi y la pérdida de algunas piedras preciosas.
Así lo ha indicado este martes, a preguntas de los medios, el deán de la Catedral Primada, Juan Sánchez, quien ha indicado que el estudio, que se inició el pasado mes de julio y ha finalizado recientemente, ha evidenciado que "lo más sano que está es la custodia", en referencia al ostensorio, pieza realizada con el primer oro llegado de América.
Una vez conocido el resultado de la investigación, el Cabildo catedralicio está viendo la posibilidad de acometer una restauración integral de la pieza, aunque "vale mucho dinero". Concretamente, el proyecto inicial que se está valorando alcanzaría un coste de 170.000 euros, según ha explicado Sánchez, quien ha aprovechado para hacer un llamamiento a los toledanos a ayudar económicamente en la restauración.
Además, en caso de realizarse, el Cabildo quiere que los trabajos de restauración se lleven a cabo dentro de la Catedral --e incluso que esa labor se pueda ver a través de cámaras instaladas en el Templo Primado-- y que los mismos finalicen unos ocho o diez días antes de finales de mayo de 2016, para que la custodia esté lista para desfilar en el Corpus Christi del próximo año.
La última reparación realizada a la custodia se acometió "hace 28 años" y se carece de documentación sobre qué se hizo concretamente, según ha manifestado Sánchez, quien ha avanzado que también se estudia publicar un libro con el reciente estudio realizado.
La custodia, obra del platero alemán Enrique de Arfe, data del siglo XVI, está considerada una de las obras más importantes de la orfebrería religiosa en España y está declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1909.
