Un carro de combate T-26 y un cañón modelo 1941 llegan al Museo del Ejército

El Museo del Ejército de Toledo ha incorporado a su Exposición Permanente un carro de combate T-26, de la década de los 20, y un cañón 75/22 modelo 1941, y ya se encuentran ubicadas en su nuevo espacio.

El carro, aun siendo parte de los fondos del Museo, estaba depositado en la Brigada Acorazada 'Guadarrama XII' una vez restaurado y pintado en sus colores originales ha pasado a ubicarse en los jardines, ha informado el Museo en nota de prensa.

Se trata de una pieza desarrollada en la Unión Soviética a finales de la década de los 20, tomando como modelo el Vickers 6 británico. Su producción alcanzó más de 11.000 unidades en sus diferentes versiones.

Además, participó en algunas de las primeras operaciones de la Segunda Guerra Mundial, como en la invasión a Polonia, la Guerra de Invierno con Finlandia, así como en la invasión alemana de la URSS hasta que fue sustituido por el T-34.

Los 50 primeros T-26 para la República llegaron a España el 15 de septiembre de 1936 siendo un total de 281. Esta pieza participó en octubre de 1936 en la ofensiva sobre Seseña (Toledo) y, posteriormente, en las batallas de Jarama, Guadalajara, Brunete, Teruel, Belchite y Ebro.

Los carros capturados por el Ejército Nacional fueron también utilizados y, finalizada la guerra, formaron parte de las primeras unidades acorazadas del Ejército de Tierra.

La otra pieza, ubicada en el patio de Carlos V, es un cañón de la fábrica de Artillería de Trubia (Asturias) y proveniente de la base de Argoncillo (La Rioja) y se trata de una pieza de artillería de montaña que podía ser remolcada o transportada a lomo despiezada.

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