Broncano: Hacía falta una vuelta con fuerza de la SMR tras dos años de parón

Transcurrida la primera mitad de la programación, Broncano ha afirmado que se han vivido “momentos memorables, históricos” y ha considerado que el público está disfrutando con el planteamiento del festival, y eso se nota, además, en la venta de entradas
El director artístico de la Semana de Música Religiosa de Cuenca (SMR), Daniel Broncano
photo_camera El director artístico de la Semana de Música Religiosa de Cuenca (SMR), Daniel Broncano

El director artístico de la Semana de Música Religiosa de Cuenca (SMR), Daniel Broncano, ha mostrado su satisfacción por el desarrollo hasta el momento de la 59 edición del festival, en un año que está siendo “bastante taquillero” y ha reconocido que la Semana necesitaba de un regreso “con fuerza” tras el parón de dos años por la pandemia.

Transcurrida la primera mitad de la programación, Broncano ha afirmado a Efe que se han vivido “momentos memorables, históricos” y ha considerado que el público está disfrutando con el planteamiento del festival, y eso se nota, además, en la venta de entradas.

En este sentido, ha indicado que la programación comenzó ya el pasado día 7 con “más entradas vendidas que en toda la edición de 2019”, y ha apuntado que ha habido varios conciertos, como la “Misa en Si Menor de Bach” el domingo 10, o la “Misa de la Coronación” de Mozart, en los que se ha rozado el lleno o se ha colgado el cartel de “completo”.

También otros recitales, en este caso con menor aforo, han vendido todas las entradas, como los dos del Quartetto di Cremona en la Sala Theo Alcántara del Teatro Auditorio y el Espacio Torner, respectivamente, y en el segundo acompañado por el clarinetista David Orlowsky.

La de este 2022 es la primera edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca que Broncano afronta como director, tras haber sucedido a Cristóbal Soler al frente del cuarto festival musical más antiguo de España, y aboga por “mirar hacia el futuro y a todos los años que le quedan por delante”.

En este sentido, ha admitido que los 58 años anteriores suponen un legado de “responsabilidad”, pero él ha encarado esta edición “como si fuera la primera vez" y ha explicado que "el festival ha de ser bueno cada año, y la Semana debe aportar en cada edición algo nuevo a Cuenca y al mundo, o estaría muerta”.

Ha apuntado, asimismo, que la Semana tiene “dos bastiones: la recuperación o puesta en valor del patrimonio musical, pero también ser un espacio de creación musical” y ha subrayado que es “clave” mantener la obra de encargo de cara a próximas ediciones.

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