El pintor Antonio López, máximo representante del movimiento realista español de la segunda mitad del siglo XX y objeto de una amplia retrospectiva en La Pedrera de Barcelona, ha asegurado este jueves, durante la presentación de la exposición, que España "ha estado poco pintada en nuestro arte".
Exhibiendo una buena forma a sus 87 años, López se ha mostrado sorprendido por el resultado final de la que es su primera retrospectiva en Barcelona, una ciudad en la que esporádicamente está pintando uno de los cuadros de una serie que compartirá sus vistas con Sevilla y Bilbao, tres ciudades bañadas por el agua -el mar, el río y la ría-, respectivamente.
A propósito de las vistas de Madrid y Tomelloso, presentes en la exposición, y las que está realizando de Barcelona -también se incluye en la retrospectiva la que está pintando desde Montjuïc, junto al MNAC-, López apunta que "no es la luz lo que me atrae, sino lo que te cuentan esas ciudades".
En el caso de Sevilla, confiesa, es pintar "el lugar donde nació Velázquez, la Niña de los Peines, Gordillo o Carmen Laffón"; y en el de Barcelona los motivos son "Dalí, Tàpies, Josep Pla, además de haber encontrado aquí el apoyo que no he encontrado en otros sitios, como el de la Fundación Sorigué".
Para el artista, "España ha estado poco pintada por nuestros artistas, ni siquiera por Velázquez, en contraste con los italianos Masaccio, Mantegna, que incluyen en sus fondos sus ciudades, y tuvo que ser un alemán, Alberto Durero, quien viniera a mostrarnos en sus cuadros esas flores, esos bichitos".
Y añade que a los españoles "nos limitó que nos creyéramos la palabra de Dios de que el hombre era el rey de la creación".
De hecho, en sus inicios, cuando estudiaba Bellas Artes en Madrid, "el Museo del Prado no me alcanzaba", porque le costaba entender el arte español por su "antirretórica", que exigía saber de la vida y de la historia del arte, y encontró, por el contrario, estimulante el entonces Museo de Reproducciones, hoy en El Casón del Buen Retiro.
Por esa razón, en esos primeros años fue para él fundamental conocer además el arte contemporáneo, "y a partir de ahí, retroceder y llegar al arte clásico, a Grecia".
Revela el artista manchego que conocer la obra de Chirico, Picasso, Chagall, unido a su amor por el arte moderno, le ayudó a mirar la realidad, porque "el punto de partida en el arte siempre es el mundo real".
También le influyó Dalí y el surrealismo, algo que López explica: "Leyendo a García Márquez y el realismo mágico veía mi infancia en Tomelloso, y llegué a entender el surrealismo porque lo había vivido en la vida, aunque el surrealismo ya estaba, sin ser nombrado, en el mundo antiguo, en Egipto, en El Bosco, en Leonardo, era la parte espiritual que había en algunas personas".
Estructurada en bloques temáticos, la muestra pone de manifiesto cómo ciertos motivos sobre los que el artista reflexiona persisten y, al mismo tiempo, evolucionan a lo largo de su carrera: los interiores domésticos, los paisajes y las vistas urbanas, las naturalezas muertas o la figura humana.
En el recorrido se pueden contemplar unas ochenta obras, entre pintura, escultura y dibujo, desde las primeras obras de juventud, en las que López explora distintos lenguajes plásticos en busca del suyo y recurre a elementos simbólicos y surrealistas, siempre trabajando desde la figuración, y se inicia pintando retratos como "Cuatro mujeres" (1957) y bodegones como "Cabeza griega y vestido azul" (1958).
"Siempre tienes miedo de encontrarte con tu obra", señala López, pero, a diferencia de otras muestras sobre su creación, esta exposición incluye digresiones a "zonas profundas" que resultan reveladoras, como las primeras figuras escultóricas, el grupo de sus hijas, un hombre que saluda, una chica desnuda hasta la cintura o dos cabezas griegas.
Otra de esas "zonas profundas" es su casa, un tema inagotable, que ha iniciado con unos cuadros, todos comenzados y algunos más avanzados que otros, presentados de forma satisfactoria para el artista en esta exposición de la Fundación Catalunya La Pedrera, que se exhibirá hasta el 14 de enero.