El Museo Ruiz de Luna acoge una exposición que relaciona la cerámica y el cómic

Dentro de las actividades que la asociación de amigos de este centro museístico lleva a cabo durante todo el año, con motivo de su 25 aniversario
El Museo Ruiz de Luna, buque insignia de cerámica de Talavera, cumple 25 años
photo_camera El Museo Ruiz de Luna acoge una exposición que relaciona la cerámica y el cómic

Una nueva exposición temporal, que relaciona la cerámica con el diseño y el cómic, bajo el título ‘Las aventuras de Milú’ (el perro de Tintín), se exhibirá a partir de este jueves en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna de Talavera de la Reina, dentro de las actividades que la asociación de amigos de este centro museístico lleva a cabo durante todo el año, con motivo de su 25 aniversario.

Según han informado este martes desde la Asociación de Amigos del Museo de Cerámica Ruiz de Luna, en concreto se expondrán varias piezas del diseñador Manuel Cáceres, en las que aparece Milú y que se ponen en relación con otras representaciones de perros en las cerámicas polícromas del siglo XVIII, de los fondos del Museo y de una colección particular.

Manuel Cáceres inició un nuevo camino en la decoración cerámica uniendo tradición y modernidad, tomando figuras icónicas de la cultura de masas, del cómic en concreto, para hacerlas convivir con los trazos de la decoración cerámica tradicional.

Su interés por la artesanía y el diseño le hizo interesarse de modo especial por la cerámica y, desde final de los años 80, ha trabajado con ceramistas de Puente del Arzobispo y de Talavera de la Reina creando diferentes series decorativas.

“Este perro Milú, tan conocido y reconocido, es un personaje curioso, despierto, inteligente, que, olfateando, se coló en los platos de El Puente del Arzobispo por medio de Manuel Cáceres, quien en 1990 dibujó escenas de este famosísimo fox terrier blanco, convertidas, después, en platos en colaboración con ceramistas puenteños”, ha señalado la asociación de amigos del Museo.

Asimismo ha resaltado que "el éxito fue inmediato", haciéndose eco de "esa feliz confluencia" revistas de decoración y diseño, y en los años posteriores se fabricaron vajillas y platos de formatos distintos en los que Milú pasea por los escenarios de retamas, encinas con sortijillas y matas, con el característico verde y gama cromática de la cerámica de Puente. 

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