Productores de ajo, preocupados por la falta de mano de obra para la próxima campaña

ANPCA recuerdaque una hectárea de ajo necesita de unos cincuenta jornales para su recolección, y la explotación media cuenta con unas 24 hectáreas de superficie, que necesitan de trabajos cualificados
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photo_camera Los productores de ajo, preocupados por la falta de mano de obra para la próxima campaña

La Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (Anpca) ha vuelto a expresar su preocupación por la posible falta de mano de obra para la próxima campaña de recogida del ajo, del que España es el principal productor europeo.

En una nota de prensa, el sector ha cuantificado en unos 4.500 trabajadores los necesarios en esta primera fase, que arrancará en unas semanas en Andalucía. 

Después se extenderá a Castilla-La Mancha y provincias como Cuenca, y localidades como Las Pedroñeras. 

En este sentido, la nota ha recordado que, el Real Decreto de medidas urgentes en materia de empleo agrario que el pasado día 7 de abril publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE), no responde en manera alguna a las necesidades de este sector.

Los criterios de proximidad "son imposibles de llevar a cabo en el sector del ajo" dado que cada una de las empresas cuentan con numerosos centros de trabajo repartidos por toda la geografía española, en medios rurales y cuya población, parada o no, es escasa, "por lo que no podrán cubrir las necesidades de mano de obra de la recolección".

La asociación ha recordado que una hectárea de ajo necesita de unos cincuenta jornales para su recolección, y la explotación media cuenta con unas 24 hectáreas de superficie, que necesitan de trabajos cualificados.

Por ello, ha precisado que el sector lleva años apostando por la formación de sus trabajadores con el objetivo de garantizar la calidad del producto a través de un corte adecuado (un trabajo manual casi artesanal), que se consigue en el momento de la recolección, y para el que no todos los trabajadores están preparados.

Por ello, ha vuelto a instar al Gobierno central que, como ya han hecho otros países europeos como Alemania y Francia, adopte la directriz europea de libre movilidad de los trabajadores considerados críticos, y que facilite el desplazamiento de éstos.

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