La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha decretado una prórroga de las medidas especiales de nivel 3 en Cuenca y Quintanar del Rey, al encontrarse ambas localidades en un escenario de elevada incidencia de covid-19 con tasas de más de 900 y 1.200 casos positivos por 100.000 habitantes, respectivamente.
Según ha informado la Junta en nota de prensa, las medidas especiales en la capital conquense serán revisadas el viernes 4 de diciembre, mientras que en el caso de Quintanar se prorrogan durante al menos diez días.
Cuenca presenta una tasa de incidencia acumulada entre las semanas 46 y 47, del 9 al 22 de noviembre, de 905 casos por 100.000 habitantes y 495 positivos.
La semana 46 -del 9 al 15 de noviembre- la tasa de incidencia acumulada superaba los 600 casos por cada 100.000 habitantes, y la siguiente semana -del 16 al 22 de noviembre- se redujo por debajo de los 300, pero Sanidad ha especificado que la razón de tasas de incidencia entre las semanas 47 y 46 es de 0,49, lo que “indica una tendencia descendente de la semana 47 a la semana 46 pero en un escenario, aún, de elevada incidencia”.
El municipio se mantiene en un escenario de transmisión comunitaria, lo que exige mantener las medidas de nivel 3, pero Sanidad ha apuntado que “teniendo en cuenta la tendencia descendente de las últimas semanas, se recomienda reevaluar la situación a partir de los índices epidemiológicos obtenidos con los datos consolidados de la semana 48 -del 23 al 29 de noviembre- que se publicarán el próximo viernes”, el 4 de diciembre.
En Quintanar del Rey, la tercera población de la provincia de Cuenca, el número de positivos ha sido de 50 en la semana 46 y de 42 en la semana 47, lo que supone unas tasas de incidencia de 659 y 553 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente, y la acumulada de esas dos semanas es de casi 1.213 casos por 100.000 habitantes.
En este municipio la razón de tasas de incidencia, según Sanidad, es de 0,84 “lo que indica una situación de estabilidad con ligera tendencia descendente en un escenario de elevada incidencia” y obliga a mantener las medidas especiales durante al menos diez días.
Los umbrales de alerta establecidos en Castilla-La Mancha son de 200 casos por cada 100.000 habitantes y 10 casos semanales.