TS absuelve a un guardia que mintió a sus superiores para ocultar una borrachera

Un guardia civil que contó a sus superiores que se había caído "al resbalar con un plástico" para ocultar que había perdido el sentido a causa de una borrachera ha resultado absuelto por el Supremo de la sanción que le habían impuesto por mentir a los mandos.

De este modo, el Tribunal Supremo ha considerado que la mentira que contó a sus superiores para no tener que confesar que se había roto la muñeca al caerse a causa del alcohol fue un "falseamiento de la verdad inocuo".

El alto tribunal, sin embargo, sí sanciona al guardia por conductas contrarias a la dignidad del cuerpo relacionadas con los incidentes que protagonizó durante la borrachera y tras identificarse como agente.

El guardia se emborrachó durante su día libre hasta el punto de que ya a las 20.00 horas de aquel 23 de marzo de 2013 protagonizó algunos incidentes menores en un pub de la localidad de Tarancón (Cuenca).

"En un momento determinado se acercó, junto con otro varón, a un grupo de chicas que bailaban, con intención de unirse a ellas, pero con su actitud y persistencia solo logró incomodarlas, por lo que las jóvenes" les pidieron que se marcharan.

La insistencia del guardia obligó a que intervinieran otras personas quienes, después de escuchar al agente identificarse como guardia civil y amenazar con que "conocía al capitán de la localidad", consiguieron convencerle de que saliera del local.

Ya en la calle el guardia cayó al suelo y se fracturó la muñeca derecha. Acabó perdiendo el sentido en la camilla de la UVI móvil que acudió avisada por los vecinos.

La explicación que dio a sus superiores fue muy distinta de lo ocurrido: "Cuando paseaba por la localidad de Tarancón resbalé al pisar un trozo de plástico que había en la acera".

El general de la zona de Madrid en donde estaba destinado impuso al guardia una sanción de pérdida de 18 días de haberes con suspensión de funciones por conductas contrarias a la dignidad de la Guardia Civil.

También le impuso otra sanción por mentir a sus superiores. Esa segunda falta fue anulada por el Tribunal Militar Central, decisión que ahora confirma el Supremo. De este modo, el guardia resulta sancionado por su conducta durante la borrachera, pero no por mentir sobre la misma a su superiores.

En cuanto a la primera sanción, el Supremo no tiene dudas, debido al testimonio del dueño del pub y de otras personas, de la conducta indigna y de la identificación del guardia como protagonista de la misma.

Sin embargo, acerca de la falsedad, el alto tribunal señala que la fractura de la muñeca no está relacionada con lo sucedido en el interior del pub y añade que la explicación falaz que dio el agente sancionado estuvo amparada por su derecho constitucional a no declarar en su contra.

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