La situación del río Júcar ha mejorado con las lluvias pero sigue en alerta

En la imagen un instante de la presentación del proyecto de la CHJ para los ríos Júcar y Moscas, que mejora el uso social y disminuye el riesgo de inundaciones
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La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña, ha manifestado este martes que la situación ha mejorado con las lluvias caídas desde finales de febrero, pero aún así la sequía persiste y el sistema Júcar y el del Turia continúan en alerta.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de presentar un proyecto para evitar inundaciones en Cuenca capital, Ureña ha resaltado que de los once sistemas que tiene la Confederación, solo hay dos que se encuentren en estado normal, mientras el resto están en alerta o prealerta por la sequía.

Por ello, y pese a que desde el 27 de febrero ha llovido "donde tenían que caer las lluvias, en la cabecera", la situación ha mejorado aunque Ureña ha matizado que esto no quiere decir que la situación se haya salvado.

Como ejemplo, la presidenta de la Confederación ha mencionado la situación del embalse de Alarcón que estaba "en 307 hectómetros cúbicos más de un año sin acumular agua, ha recuperado unos 30 hectómetros cúbicos".

Asimismo, Ureña ha aseverado que si las sucesivas borrascas que están entrando siguen dejando lluvias "con conocimiento, como se están produciendo ahora y donde se están produciendo ahora, se podrá respirar de aquí al final del año hidrológico", el próximo 1 de octubre.

Ureña ha hecho estas manifestaciones a preguntas de los periodistas antes de presentar en Cuenca el proyecto para disminuir el riesgo de inundación de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca.

Ha recordado que se trata de un proyecto que va a mejorar la capacidad de los desagües que existen bajo la Ronda Oeste, que circunvala la capital conquense, y que reduzca el riesgo para dotaciones como el hospital o el Recinto Ferial.

Ureña ha avanzado que será un proyecto "de referencia" y que una vez concluya su tramitación podría comenzar a ejecutarse el próximo año.

Por su parte, el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha indicado que el presupuesto ronda los dos millones de euros y supone la recuperación de 20 hectáreas de ribera, con nuevos caminos y senderos fluviales.

Ha añadido que los barrios de Fuente del Oro y Cañadillas serán los más beneficiados por el proyecto.

MEJILLÓN CEBRA EN ALARCÓN

Por otra parte, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha asegurado que se están tomando medidas para evitar que el mejillón cebra detectado en el embalse de Alarcón (Cuenca) se extienda.

A preguntas de los medios, Ureña ha recordado que se puso en marcha un "plan de choque" para la detección de esta especie invasora.

Ha resaltado que cuando hay una especie invasora, lo que se puede hacer "es detectarla en los momentos iniciales y tomar medidas para que no se extienda" y que eso es precisamente lo que se está haciendo.

En este sentido, ha apuntado que se están controlando aspectos como la navegación, o "aquellos usos que puedan ser un vector de transmisión".

Sobre todo, ha incidido en la importancia de controlarla "en el momento de las larvas, cuando son pequeños, y antes de que se extiendan y puedan perjudicar a las infraestructuras existentes".

Preguntada también por el proyecto de construir azudes en el embalse de Alarcón, Ureña ha reconocido que es una actuación que habrá que realizar "cuando el embalse tenga unas condiciones determinadas de llenado".

La presidenta de la CHJ ha admitido que se trata de un proyecto "interesante para los municipios pero de difícil ejecución", y que requiere una inversión que rondaría los 20 millones de euros.

Por ello, ha explicado que hace unos meses se reunión en la Confederación con el director general de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo, y varios ayuntamientos interesados a los que instó a buscar financiación más allá de los Presupuestos Generales del Estado, como fondos FEDER.

En todo caso, Ureña ha manifestado que se trata de un proyecto "antiguo", y que en su momento se rescindieron los contratos porque el precio se multiplicaba "por tres o cuatro".

Por ello, ha considerado que habrá que revisar los proyectos existentes y realizar una declaración de impacto ambiental.

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