El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha instado este jueves a "mejorar" los juzgados y tribunales de Castilla-La Mancha, dotándolos de "más y mejores medios y recursos tecnológicos" para convertir a la justicia en "digital, mejor y más ágil".
Junto a ello, ha solicitado la puesta en marcha de formas "más eficientes" de organización para que esta se convierta en una justicia "mejor, más dotada con instrumentos más ágiles y eficaces" en el desempeño de su "noble función" y que constituye una institución "fundamental para la fortaleza del Estado de derecho y la democracia", para lo que, ha dicho, debe ser una justicia "de calidad, más ágil y cercana".
Así lo ha manifestado en el transcurso del acto de imposición de condecoraciones de la Orden de San Raimundo de Peñafort que ha tenido lugar este jueves en la Audiencia Provincial de Cuenca en homenaje a aquellas personas que han "consagrado su vida" a su vocación de "servicio" a la justicia en Cuenca, que, a su juicio, "está cobrando un protagonismo muy importante".
Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, canciller de la Orden de San Raimundo de Peñafort, ha ensalzado la figura de todos los galardonados así como los méritos que atesoran y que, a su entender, los hace merecedores de la distinción impuesta por una Orden constituida hace más de 70 años "para reconocer méritos al derecho y la justicia" en la prestación de servicios "destacados" al conjunto de la sociedad.
Cesáreo Recuenco, funcionario de los Juzgados de Cuenca, perteneciente al cuerpo de gestión procesal con una carrera de más de 30 años, ha sido condecorado a título póstumo con la medalla de plata al mérito a la justicia de la Orden, porque, según Catalá, cumplió su deber y desempeñó sus obligaciones "con extraordinario rigor y dedicación".
María Lourdes de Arcos, funcionaria jubilada de los juzgados de Cuenca tras más de 40 años de servicio en lo contencioso-administrativo ha sido distinguida con la medalla de plata del mérito a la justicia de la Orden por su trayectoria profesional que, según el ministro, le ha permitido vivir la transformación de la justicia, incluyendo los cambios organizativos, instrumentales y normativos.
Por su parte, sobre Jesús Celada, decano del Colegio de Abogados de Cuenca, condecorado con la cruz distinguida de primera clase de la Orden, ha incidido en su "marcado carácter conciliador", así como en su faceta humana o sus conocimientos jurídicos.
Finalmente, de Fernando Aragón, letrado de la Administración de Justicia en la Audiencia Provincial de Cuenca, que ha obtenido la misma distinción, Catalá ha glosado su actividad profesional, pero también docente, asegurando que se trata de un "auténtico maratoniano y orfebre de la vida".
Al acto, que ha tenido lugar en la sala de vistas de la Audiencia Provincial, han asistido representantes de las diferentes instituciones con presencia en la provincia.
