La restauración del cuadro del siglo XVIII de la iglesia de Cañaveras está al 60%

El Centro de Conservación y Restauración de la Diputación Provincial de Cuenca está trabajando desde el pasado mes de noviembre en la recuperación del cuadro de la Inmaculada Concepción, que se encontraba en la iglesia parroquial de San Martín de la localidad de Cañaveras.

En estos cinco meses se ha ejecutado el 60 por ciento de la restauración, una vez se han llevado a cabo las labores de recuperación del soporte de este lienzo barroco y la limpieza de su policromía, ha informado la Diputación en nota de prensa.

Los trabajos se están desarrollando con total normalidad y las previsiones iniciales apuntan a que vayan a concluir este verano, antes de las fiestas patronales en honor de la Virgen del Pinar, que se celebran en los primeros días del mes de septiembre.

Labores que el diputado provincial de Cultura, Francisco Javier Doménech, acompañado por el alcalde de Cañaveras, Isaías Juan, ha comprobado in situ, mostrando su satisfacción por el buen ritmo de los trabajos y el excelente resultado, que ya es apreciable a primera vista.

En este sentido, ha llamado la atención sobre la importancia de este tipo de acciones de la Diputación en aras de preservar el patrimonio, un legado digno de conservar para el disfrute de conquenses y visitantes, sin olvidar su contribución a incrementar el atractivo turístico de nuestros pueblos.

Esta obra del siglo XVIII, de autor desconocido, se encontraba bastante deteriorada, ya que estuvo olvidada en una cámara durante décadas, aunque esto permitió que se salvara de la destrucción de la Guerra Civil española.

Con unas dimensiones de 141 x 93 centímetros, la tela presentaba un mal estado de conservación, sobre todo, en la parte superior y lateral derecho, a lo que había que sumar un roto en forma de 'L' en la zona inferior y clavado con tachuelas.

Precisamente, la oxidación de estas últimas había dañado la tela deshaciéndose por la acidificación originada. Además, la costura que recorre verticalmente el lienzo había perdido parte del refuerzo textil que la cubría en el tramo inferior y se había despegado parcialmente.

En general, existía una capa de suciedad adherida a la policromía con polvo, gotas de yeso y excrementos de animales. Asimismo, al amarilleamiento y pérdida de flexibilidad del barniz, había que agregar el oscurecimiento producido por la oxidación de los aceites en los que se disolvía la resina para su aplicación y la adhesión de partículas de humo de las velas y suciedad grasa.

Y, por último, esta pintura al óleo sobre lienzo había perdido flexibilidad, formándose craquelados y quebrándose la policromía que llegó a desprenderse en algunos puntos muy concretos.

RESTAURACIÓN

La intervención consiste en el desmontaje del bastidor, el tensado del lienzo para eliminar las deformaciones existentes, la colocación de un nuevo bastidor de tensión con cuñas y aristas rebajadas, la consolidación del soporte mediante la instalación de bandas perimetrales, la colocación de injertos en las zonas perdidas y sutura de desgarro, la limpieza de anverso y reverso, el estucado de las zonas perdidas y su reintegración cromática, el barnizado final de protección y la instalación de un nuevo marco de factura similar a los de la época barroca.

En definitiva, una restauración integral que vendrá a devolver a esta joya del siglo XVIII su esplendor de antaño y que podrá ser admirada por los vecinos de Cañaveras a finales de este verano. Una obra que representa a la Inmaculada Concepción, en la que la Virgen viste con el manto azul y la túnica blanca. Su composición es piramidal, situándose la Virgen en el eje central de simetría, juntando sus manos a la altura del pecho y rodeada de ángeles representados con los atributos marianos y confundiéndose entre las nubes. La Inmaculada Concepción porta el característico nimbo en un tono más claro que el fondo.

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