Publicada la declaración de BIC para las Casas Colgadas, un símbolo de Cuenca

Vista panorámica de la ciudad de Cuenca con las Casas Colgadas de fondo, su monumento más emblemático
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La Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha ha publicado hoy la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento, para las Casas Colgadas de Cuenca, un entramado de edificaciones al borde de la Hoz del Huécar que son un símbolo de la ciudad.

El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó la declaración el pasado 11 de octubre, tal y como anunció al día siguiente el vicepresidente autonómico, José Luis Martínez Guijarro, y hoy se publica el acuerdo en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

Las Casas Colgadas son varios inmuebles comunicados interiormente y situados en el casco antiguo de Cuenca, al borde de la Hoz del Huécar, cuyo primer dato documental se remonta al año 1481, fecha de la escritura de compraventa por la cual el canónigo Gonzalo González de Cañamares la adquirió.

Aquel 10 de abril de 1481 González de Cañamares compró por 28.000 maravedíes lo que hoy es la Casa del Mesón y la 'sala blanca' del Museo de Arte Abstracto.

La vista de Cuenca desde la Hoz del Huécar fue dibujada por Anton van der Wyngaerde en 1565, que ya reflejaba el conjunto de casas de la cornisa que delimita el barrio de San Martín, y poco a poco las Casas Colgadas se fueron convirtiendo en un símbolo de Cuenca.

Su altura respecto a las restantes viviendas de la ciudad, su privilegiado emplazamiento y la cercanía al itinerario del puente de San Pablo -también representado por los artistas como emblema urbano de Cuenca- han llamado desde antiguo la atención de los visitantes.

El conjunto fue deteriorándose con sucesivas transformaciones hasta que en 1905 el Ayuntamiento compró la primera casa del conjunto (la del mesón), en 1926 adquirió la segunda, en 1928 permutó al Obispado la casa de la Sirena -que lindaba con el jardín del Palacio Episcopal- y en 1965 remató la adquisición de otras dos pequeñas casas, derribadas para ampliar el Museo.

Gran parte de las casas que asomaban al Huécar fueron demolidas a principios del siglo XX con el objetivo de aprovechar sus materiales y en 1928 se derribó la casa del mesón y el arquitecto Fernando Alcántara proyectó otra nueva, caracterizada por sus llamativas galerías de madera.

El Museo de Arte Abstracto se inauguró en 1966 y una década después, en 1977, se decide su ampliación con un proyecto del arquitecto municipal Fernando Barja y el escultor Gustavo Torner, que erigieron un edificio de nueva planta, que no forma parte de la declaración de BIC.

El entorno de protección para las Casas Colgadas contiene dos partes diferenciadas, una paisajística definida por la observación de las fachadas del conjunto sobre el crestón dolomítico de la Hoz del río Huécar, y otra urbana que incluye los inmuebles colindantes, las calles y plazas que dan salida al conjunto.

El expediente de declaración de BIC justifica el entorno de protección en la necesidad de delimitar las parcelas completas y colindantes de forma que se asegure la integridad del edificio y la protección de sus cualidades morfológicas, tales como volumetría, acabados exteriores y composición de fachadas.

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