'La he liado gorda, estoy jodido' dijo Sergio Morate a la Policía al llegar a España

El abogado de Morate dice que el caso es complicado y reitera que pedirá absolución

Imagen de la segunda jornada del juicio en la Audiencia Provincial de Cuenca contra Sergio Morate (d), único acusado por las muertes de Marina Okarinska y Laura del Hoyo - EFE/ José del Olmo
photo_camera Imagen de la segunda jornada del juicio en la Audiencia Provincial de Cuenca contra Sergio Morate (d), único acusado por las muertes de Marina Okarinska y Laura del Hoyo - EFE/ José del Olmo

 "La he liado gorda, estoy jodido". Esto dijo Sergio Morate a los policías que lo recogieron a su llegada a España, tras ser extraditado de Rumanía, a los que -según el relato de uno de los agentes- admitió que estaba muy enamorado de su expareja Marina Okarinska y, también, arrepentido de la muerte de Laura del Hoyo.

El inspector jefe de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional de Cuenca ha dado a conocer estos detalles en la declaración que ha hecho este martes ante el tribunal del jurado que juzga a Morate por los asesinatos de Marina y Laura.

En una larga comparecencia de más de dos horas, el policía ha hecho un extenso relato de las actuaciones que se llevaron a cabo tras la desaparición y asesinato de las dos jóvenes en Cuenca en agosto de 2015, que culminaron con la detención de Morate en Rumanía y su extradición a España en el mes de septiembre de ese año.

Ha indicado que un oficial de la Policía de Homicidios de la Comisaría General de Policía Judicial y él mismo fueron a recoger a Morate a la base de Torrejón de Ardoz, el 5 de septiembre de 2015, y que en sucesivas conversaciones en distintos lugares, el procesado les fue comentando detalles sobre los hechos acaecidos en Cuenca.

El agente ha aclarado que aunque en ningún momento Morate les dijo que había matado a Marina, si les dio numerosos detalles e hizo comentarios del tipo "la he liado, estoy muy jodido, sé que lo tengo bastante mal", porque sabía lo que había hecho.

También ha comentado que se "envalentonaba" al hablar de Marina pero que "se venía abajo" al referirse a Laura y decía "que no se lo esperaba, que estaba arrepentido" e incluso en alguna ocasión llegó a afirmar: "pobre Laura".

En las conversaciones que mantuvieron con él, detectaron que estaba muy enamorado de Marina, con la que estaba obsesionado, hasta el punto de que cuando llegó a Cuenca y fueron a verlo al calabozo les pidió que le enseñaran las fotos de su boda con un ucraniano.

Morate les relató que su relación con Marina, tras cuatro años, empezó a enfriarse en febrero o marzo de 2015, cuando ella viajó por primera vez a Ucrania ese año, y lamentaba que "le había dado todo", que se había portado muy bien con ella, que le había dado todo lo que le había pedido.

Pero también pensaba que "le contestaba mal y lo trataba mal" y que, como consecuencia de "todos estos desaires", tuvo que ir a un psicólogo. "Se levantaba por la mañana y había días que decía tengo que hacerlo", pero después pensaba en su familia, en su vida y se reprimía, pero luego "volvía a esa idea obsesiva", según este relato.

Entre otros detalles, les dio a conocer que el día que ocurrieron los hechos no contaba con que Laura acompañara a Marina a su casa, que no quería que subieran, pero que, una vez que lo hicieron, cerró la puerta con llave y ya no contó más.

Sin embargo, -les precisó- metió sus cuerpos en dos bolsas de basura, que los transportó en el maletero y entre los asientos a Palomera para enterrarlas. Como no soportaba ver la cara a Marina, "se la tuvo que tapar con otra bolsa de basura".

Otra de las cuestiones a las que ha aludido, es que Morate estaba también obsesionado con casos mediáticos como el caso Bretón, el de Marta del Castillo o el de las niñas de Alcáser.

De hecho, en la base de Torrejón de Ardoz se encontró con un policía de Cuenca al que conoce y que acababa de ascender a oficial y le comentó que había llegado con buen pie, ya que había detenido "a un famoso" que salía en todas las televisiones, había llegado en un avión en el que viajan ministros y que la había "liado" más que en el caso Bretón. 

EL CASO ES COMPLICADO

Por otra parte, el abogado de Sergio Morate, José Javier Gómez Cavero, ha reconocido que lleva un caso "muy complicado" y ha reiterado que pide la libre absolución para el único acusado por el doble crimen de Laura y Marina, quien está "bastante afectado" por el proceso.

En declaraciones a EFE al término de la segunda jornada de la vista oral, Gómez Cavero ha sostenido que seguirá pidiendo la libre absolución del único imputado por la muerte en Cuenca de ambas chicas en agosto de 2015, porque "los hechos no son los que se le imputan a él".

Según Gómez Cavero, Morate, tras dos jornadas sentado en el banquillo de los acusados, está "bastante afectado" y ha añadido: "Imagínense a ustedes ahí sentados cómo estarían".

Ha destacado que Morate "está manteniendo la educación que es lo mínimo que se debe mantener".

Sobre si la vista oral está siendo complicada dado que varios testigos propuestos por su defensa no han declarado este martes, Gómez Cavero ha reconocido que este caso siempre ha sido "muy complicado".

Mientras abandonaba a pie la Audiencia provincial, el letrado ha respondido a la pregunta de si está seguro que Morate no ha tenido nada que ver: "estoy seguro de lo que yo he podido constatar dentro del procedimiento que se ha llevado y conforme a lo que él me ha contado".

Ha vuelto a insistir en que está seguro de la inocencia de su defendido porque si no, "no estaría aquí", y ha señalado que cuando termine el juicio hablará más sobre este asunto.

A este respecto ha precisado que las conclusiones las expondrá al final del procedimiento, que espera que no se alargue más allá del próximo viernes, hasta cuando está señalada la vista oral.

En este sentido, ha indicado que el presidente de la Audiencia, el magistrado José Martínez Mediavilla, está intentando manejar los tiempos de la mejor manera posible.

Asimismo, tras dos días de vista oral ha opinado que "todo esto es muy desagradable entendiendo el dolor que pueden estar pasando las familias".

Tanto el abogado de Laura del Hoyo como la defensa de Marina Okarynska han declinado hacer declaraciones a la salida de la vista oral.

El acusado ha vuelto a salir a la carrera para entrar en el furgón policial y de nuevo resguardado bajo la capucha de su chándal.

A la puerta le han esperado una noche más familiares de las chicas y le han increpado al grito de "asesino". 

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