La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cuenca ha aprobado la resolución de las 95 alegaciones presentadas a las Normas Reguladoras del Tráfico y Aparcamiento y del Proyecto para la instalación de cámaras de control en el Casco Antiguo, de las que se han estimado cuatro y el resto no se han considerado, porque no planteaban cuestiones relacionadas con dicho proyecto.
Han presentado escritos de alegaciones Ciudadanos, PSOE, Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, Asociación de Vecinos Barrio del Salvador, Asociación HC Hostelería del Casco Antiguo, Adisbecu, Aframas, el AMPA 'Mangana' del Colegio El Carmen y tres particulares, según ha informado el Consistorio conquense en nota de prensa.
Las alegaciones estimadas se incorporarán al texto de las normas reguladoras y al proyecto técnico y estas son la ampliación del tiempo máximo de tránsito por las vías abiertas al tráfico dentro del Casco Antiguo hasta 30 minutos y revisión, ubicación y regulación de plazas de aparcamiento.
El Ayuntamiento ha resuelto las alegaciones presentadas teniendo en cuenta los tres antecedentes en materia de movilidad y sostenibilidad, y que son de obligado cumplimiento para cualquier proyecto que se tramite en este ámbito.
Estos antecedentes son el Plan Especial del Casco Antiguo (PECA), la Ordenanza Municipal de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor, Seguridad Vial y Régimen de Uso de la Vía Pública. También se ha considerado la 'Guía práctica para la elaboración e implantación de planes de movilidad urbana sostenible' del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA).
PLAN ESPECIAL DEL CASCO ANTIGUO
Según consta en el Plan Especial del Casco Antiguo, los objetivos han de ir encaminados a la corrección de la problemática que se manifiesta como consecuencia de la especial ubicación y conformación morfológica del casco histórico, y de las características físicas y funcionales de su red viaria, y a resolver la contradicción entre los valores ambientales de la ciudad y de la demanda de aparcamiento que exige la revitalización de las funciones residenciales y comerciales.
Las pequeñas dimensiones de su callejero imponen una coexistencia de tránsitos, desfavorable actualmente para el viandante, pero mejorable en un futuro si se actúa controlando la circulación rodada y el aparcamiento para garantizar unas adecuadas condiciones ambientales y de uso de los espacios singulares del casco.
