El Hospital 'Virgen de la Luz', de Cuenca, ha creado una Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios durante la crisis sanitaria para lo que ha transformado trece camas de hospitalización convencional para ofrecer terapias respiratorias específicas "con seguridad y eficiencia".
La Unidad, que se ha puesto en marcha en la planta 4ª B de la zona de hospitalización, tiene la posibilidad de separar ocho camas para pacientes COVID-19 y otra área, con cinco camas más, para pacientes de otras patologías, que podría llegar a ampliarse hasta las 22 camas si se produjese un repunte en la pandemia, según ha informado el Servicio de Salud regional (Sescam) en nota de prensa.
El objetivo de la Unidad es tratar la insuficiencia respiratoria grave con terapias no invasivas, pero también la atención a pacientes que salen de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con traqueostomía y se encuentran en proceso de retirada de la ventilación.
Para adaptar esta unidad se ha instalado un circuito cerrado de televisión para el seguimiento de cada uno de los pacientes desde el control de enfermería, se han mejorado los sistemas de aporte de oxígeno y se van a mejorar los equipos de ventilación "con disponibilidad de más equipos de alta gama y otros sistemas de CPAP y oxígeno de alto flujo".
La jefa del Servicio de Neumología, la doctora María José Peirón, ha calificado como "muy difíciles" los primeros momentos de la pandemia, en los que los pacientes con COVID-19 llegaban muy graves al centro sanitario y precisaban procedimientos que producen una gran cantidad de aerosoles que son altamente contagiosos.
En este sentido, ha destacado que su servicio, con la ayuda de los profesionales de Enfermería de la planta entrenados para el manejo y atención de estos pacientes, "ha llegado a atender en este periodo a 42 enfermos con ventilación mecánica no invasiva y 20 de ellos llegaron a precisar la terapia de forma simultánea y en situación de aislamiento".
Los pacientes han sido atendidos en la planta 4ª B, que ha llegado a disponer de 18 camas de hospitalización gracias al traslado del área de Salud Mental, ha apuntado la doctora Peirón, quien ha dejado claro que el principal propósito en la atención a sus pacientes ha sido "en todo momento, ganar tiempo" a la espera de que hicieran efecto los tratamientos farmacológicos o disponibilidad de camas en UCI.
Por último, ha indicado que se van a encargar de realizar el seguimiento de los pacientes dados de alta por COVID-19 “controlando los tratamientos y vigilando potenciales complicaciones”.
