El albergue de transeúntes de Cuenca acoge a 19 'sin techo' en esta Navidad

El albergue de transeúntes de Cuenca, hoy gestionado por Cáritas y donado en su día al Ayuntamiento por las órdenes militares del Hospital de Santiago para convertirlo en sede de una obra benéfica, se convierte un año más en un auténtico hogar

El albergue de transeúntes de Cuenca, hoy gestionado por Cáritas y donado en su día al Ayuntamiento de la ciudad por las órdenes militares del Hospital de Santiago para convertirlo en sede de una obra benéfica, se convierte un año más por estas fechas en un auténtico hogar para diez de las personas que viven en las calles de la capital conquense, "muy necesitadas de afecto y cariño", según ha recordado su responsable, sor Teresa.

En declaraciones a Europa Press, sor Teresa ha explicado que hoy el albergue está al completo, aunque el día de Nochebuena hay algunos transeúntes que "prefieren no venir a cenar para quedarse a las puertas de los restaurantes", repletos de familias "que salen de cena y, a la salida, les dan un aguinaldo muy grande".

Se trata de personas que están obligadas a ir "de albergue en albergue y por ello tienen que sacar dinero para comprar el billete", ha agregado.

No obstante, ha subrayado, en estas fechas "quieren estar recogidos y llevar una vida de familia en la medida de lo posible", por lo que intentan "darles cariño".

El perfil de usuario es muy amplio, aunque la crisis ha empujado hacia aquí a "personas de todas las edades, muchos jóvenes" y padres de familia con todos sus miembros en paro y que se han visto obligados a "vender su coche o incluso su casa".

El protocolo establece que es el trabajador social de Cáritas el responsable de analizar cada caso y derivar a los sin techo a este recurso "tras estudiar las necesidades de cada persona e informarle de los recursos disponibles".

En tanto se les facilita el acceso a los mismos, son atendidos por los cuatro trabajadores del albergue donde, a juicio de su responsable, lo importante es "acogerlos, darles de comer, de cenar, que puedan ducharse y prestarles ropa limpia y aseo".

La estancia puede prolongarse durante tres días, pero los responsables del albergue se muestran "muy flexibles", ya que algunos usuarios llegan con problemas judiciales o de salud y pueden permanecer en él desde una semana a "todo el tiempo que necesiten".

Otros, ha detallado sor Teresa, se hacen llamar "carrileros", llevan mucho tiempo en la calle y, una vez que abandonan el albergue, deben esperar un periodo de tres meses antes de solicitar su regreso.

De esta forma, el ambiente acogedor que intentan proporcionar todo el año se acentúa en fechas como la Navidad, en las que los villancicos interpretados por diferentes grupos ponen la banda sonora a unos días de "alegría y ambiente festivo" que tiene su reflejo también en la oferta de menús especiales para la comida y la cena de los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes.

El de esta Nochebuena, detalla sor Teresa, está compuesto por entremeses variados, consomé, ensalada mixta, merluza a la marinera y cordero a la plancha. De postre, fruta y dulces de Navidad, acompañado todo ello por refrescos, licores sin alcohol y sidra.

Un menú elaborado gracias a Cáritas y a la colaboración de personas "generosas, sensibles y sensibilizadas que se acuerdan de los más necesitados", puesto que, en su mayor parte, se trata de donaciones.

Tras mostrar su gratitud hacia todas ellas, sor Teresa ha querido recordar al resto de conquenses que existe este albergue y les ha instado a que, "en la medida que puedan, se acuerden de los pobres" al menos en Navidad.

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