Este domingo finalizó en la población de Cañete la XVIII edición de La Alvarada medieval. Una importante cita con el medievo, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, que cada año permite que miles de visitantes, junto con la población local y el abundante número de residentes veraniegos con los que cuenta la villa, puedan disfrutar de una completísima programación cargada con toda clase de actos culturales, pero también de actividades espectaculares como torneos, batallas, combates medievales o desfiles con antorchas.
El sábado Cañete vivió la jornada más intensa de esta nueva edición de La Alvarada. El acto más espectacular de la mañana fue la representación de una algarada medieval a los pies de la muralla cañetera. Este año, a diferencia de las últimas ediciones, este enfrentamiento coordinado por el Grupo de Recreación Histórica ‘Conca’ se trasladó a su escenario original de la Puerta de La Virgen. Hasta allí desfilaron los distintos grupos recreacionistas participantes en el combate para representar una de las escenas más cotidianas en las sufridas villas de frontera durante la época medieval. A lo largo de la jornada, estos grupos de recreación, venidos desde distintos puntos de la Península Ibérica, tuvieron la oportunidad de exhibir en el Campamento Medieval toda clase de útiles y de enseres propios de la vida en el medievo, realizando también una exposición sobre vestimenta de la época para mostrar al público la indumentaria propia de un caballero del siglo XIII.
Ya por la tarde, el palenque de Cañete, ubicado a los pies de la puerta de San Bartolomé, en el mismo Huerto de Doña Julia, se vistió de gala para acoger el espectáculo y la emoción de los combates medievales. Este año la novedad era la celebración del I Torneo de Combate Medieval ‘Villa de Cañete’, en el que participaban integrantes del grupo ‘Caballeros de Belmonte’. Tras la dura brega, saltaron al palenque los especialistas del Grupo ‘Legend’, dispuestos a gratificar a la abarrotada grada con sus pruebas de habilidad. El juego de las anillas, el estafermo, el lanzamiento de venablos o la puerta de fuego preludiaron los lances a caballo y los enfrentamientos personales. Más de un millar de personas pudieron disfrutar del espectáculo, que es sin duda uno de los más identificativos de La Alvarada.
Alcanzada la media noche, el Huerto de Doña Julia volvió a llenarse de lugareños y visitantes, muchos de ellos vestidos a la usanza medieval, para el comienzo del desfile nocturno y el acto simbólico de cierre de las puertas de la villa. Decenas de antorchas desfilaron en dirección hacia la puerta de San Bartolomé, para recorrer después los espectaculares lienzos de muralla con los que cuenta la localidad de Cañete, a través de los viejos caminos de ronda, hasta desembocar en la puerta de las Eras primero, y en la románica de La Virgen después, en una de las actividades que año a año destaca por su solemnidad, pero que a la vez no deja de sorprender por la combinación que se hace de divulgación histórica y humor en su puesta en escena.
Hasta avanzada la tarde del domingo, el Huerto de Doña Julia registró una importante actividad, con lugareños y visitantes recorriendo los puestos del Mercado Medieval, el campamento recreacionista, visitando la zona de juegos infantiles o acudiendo al espacio gastronómico de La Alvarada, que este año ha estado integrado por el prestigioso restaurante La Muralla y por la Hostería de Cañete. La música de ‘Tiruraina’ y la animación del ‘Canto del Gallo’ contribuyeron a mantener vivo el ambiente festivo a lo largo de todo el día.
Fue el espectáculo de exhibición de aves rapaces y mamíferos, realizado por el grupo ‘Fauna y Acción’, el que cerró el extensísimo programa de actividades que la Comisión Organizadora había preparado para la nueva edición de este importante evento celebrado en la provincia de Cuenca. El público pudo disfrutar con el vuelo de las aves y la introducción al arte de la cetrería medieval, pero también con la exposición de algunos mamíferos exóticos, en uno de los actos que mayor tradición tiene dentro de este tipo de festividades.
Un año más el balance de los organizadores, tal y como viene ocurriendo en las últimas ediciones, ha sido tremendamente positivo. Azucena Lanza, Agente de Desarrollo Rural y uno de los puntales de la Comisión Organizadora, destaca la impresionante respuesta de público que esta XVIII edición de La Alvarada ha tenido: «Este año ha habido una gran afluencia de gente y creo que se puede decir que hemos tenido más visitantes que en ediciones anteriores». Aunque el punto a destacar de esta nueva edición no es solo que haya habido una mayor afluencia de personas en Cañete, sino el hecho de que la asistencia a los actos programados haya sido superior al de otros años. De la misma forma, el número de puestos del Mercado Medieval se ha ampliado con respecto a ediciones pasadas, lo que demuestra el continuo crecimiento, año a año, que experimenta esta importante festividad. Por otra parte, Azucena Lanza ha destacado, una vez más, la fundamental labor que todos los años vienen realizando, de forma totalmente desinteresada, tanto los integrantes de la propia Comisión Organizadora, como un grupo de personas, cada vez más numeroso, que trabaja y colabora sin recibir nada a cambio, simplemente por el hecho de valorar la importancia que una fiesta como La Alvarada tiene para un municipio como Cañete. Es por ello que Azucena Lanza considera que es esencial seguir contando también con el apoyo institucional, la implicación del Ayuntamiento de la población y de la propia Diputación de Cuenca.
La alcaldesa de la localidad, Sagrario Ibáñez, por su parte, ha destacado la necesidad de que la Diputación provincial y otras instituciones sigan contribuyendo a la conservación del patrimonio de este municipio, cuyo recinto amurallado fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y que en la actualidad se halla en pleno proceso de rehabilitación. Cabe destacar, en ese sentido, la restauración reciente, con fondos propios de la Diputación de Cuenca, de la Puerta de la Virgen, así como de los lienzos de muralla que se extienden desde la Puerta de San Bartolomé y que discurren flanqueando el propio Huerto de Doña Julia. Sagrario Ibáñez ha manifestado su compromiso de seguir apostando por este tipo de mejoras, así como su interés por seguir apoyando e impulsando una festividad tan importante para Cañete como es La Alvarada.
En líneas generales se puede decir que La Alvarada finaliza esta nueva edición de una foma exitosa, reafirmándose en su condición de Fiesta de Interés Turístico Regional, así como en su papel de revulsivo para la economía de toda la comarca, que permite dar a conocer a la región y al resto de España la destacable calidad monumental con la que cuenta Cañete, así como su riqueza histórica y cultural, por no hablar del valor paisajístico que posee toda la zona y de la importante oferta gastronómica existente tanto en la misma población de Cañete como en otros muchos puntos de la Serranía Baja.
