El acusado por el incendio de Poyatos en el año 2009 se declara en juicio inocente

El procesado por el incendio que se produjo en Poyatos (Cuenca) en julio de 2009, L.R. (d), para quien la Fiscalía pide una pena de 18 años de prisión - EFE/Santiago Torralba
photo_camera El procesado por el incendio que se produjo en Poyatos (Cuenca) en julio de 2009, L.R. (d), para quien la Fiscalía pide una pena de 18 años de prisión - EFE/Santiago Torralba

El único acusado por el incendio de la Serranía de Cuenca en el año 2009, Lorenzo Ruiz, se ha declarado inocente durante su interrogatorio en la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en el Audiencia Provincia de Cuenca, y ha negado que estuviese en el lugar donde se originó el fuego.

La declaración de Ruiz, al que se le imputa un delito de incendio forestal con peligro para la vida de las personas y para el que la Fiscalía pide 18 años de cárcel e indemnizaciones por valor de 4,2 millones de euros, ha sido la primera de la vista oral, que está señalada para toda la semana con cerca de 40 testigos, además de varias pruebas periciales.

El interrogatorio ha durado más de media hora y en él, Ruiz ha contestado sólo a las preguntas de su abogada defensora y del fiscal, negándose a contestar a las acusaciones particulares del Ayuntamiento de Cuenca, la Junta de Comunidades o la familia propietaria de la finca "El Valle", junto a cuya entrada se originó el incendio.

De hecho, el acusado ha reconocido su animadversión hacia dicha familia, con quien mantuvo una relación comercial en los años previos al incendio que acabó en los tribunales, y a quienes ha acusado de ser "unos sinvergüenzas que no tienen palabra", y que le han acusado a él de ser "un ladrón y un corrupto".

Asimismo, ha negado tajantemente su presencia cerca del lugar donde se originó el incendio, que acabó devastando, entre el 21 de julio y el 3 de agosto de 2009, más de 1.700 hectáreas de bosque, casi 600 de ellas pertenecientes al Parque Natural de la Serranía de Cuenca.

Sostiene que ese día estuvo comiendo con un vecino de Tragacete, localidad donde residía, y que le encargó una carga de leña, algo que hizo después de comer, aunque sin precisar las horas porque no lleva reloj: "Cuando acabo mi faena, he acabado".

Por otro lado, respecto a los testigos que le sitúan en el camino que lleva a la finca "El Valle", Ruiz ha asegurado que "ellos sabrán" y ha recordado que en la Serranía de Cuenca hay muchos Land Rover Defender de color blanco como el suyo.

En todo caso, ha recordado que aquel día de julio "estaba ardiendo media España, y sin embargo éste tiene que ser provocado".

Las acusaciones particulares han coincidido en señalar que el acusado tuvo como móvil la venganza contra los propietarios de "El Valle", motivada por las desavenencias comerciales acerca de la tala de unos árboles en la propiedad, y que tuvo también la oportunidad de iniciar el incendio.

Los letrados de la Junta y del Ayuntamiento han hecho hincapié en que Ruiz sabía que, a menos de un kilómetro del lugar donde se inició el fuego, había un campamento de Acción Católica lleno de niños cuyas vidas "puso en grave riesgo".

La acusación particular de la familia propietaria de "El Valle" ha llegado incluso a comparar al acusado con un maltratador, al decir al jurado que tomó la postura de "si esos pinos no son para mí, no serán para nadie", cuando perdió la sentencia por los árboles que no llegó a cortar en la finca.

Por su parte, la defensa de Ruiz ha pedido la libre absolución porque ha considerado que todo lo que hay en contra del acusado son "indicios, pero ninguna prueba, y se le quiere condenar a 18 años de cárcel".

El jurado, formado por seis mujeres y tres hombres, además de dos suplentes también varones, tendrá que escuchar la declaración de cerca de 40 testigos, así como varios peritos.

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