Seguros de decesos: qué son y cuáles son sus principales coberturas

Seguros de decesos: qué son y cuáles son sus principales coberturas

Un seguro de decesos es un tipo de póliza de seguros cuyo objetivo principal es cubrir los gastos originados de la defunción del asegurado. Es habitual que muchas personas piensen que este tipo de seguros tienen poco sentido por diversos motivos. Muchos argumentan que si el asegurado vive mucho tiempo al final paga de más, o que hay otras fórmulas para dejar la cuestión económica atada sin tener que adelantar dinero. 

Sin embargo, los seguros de decesos son mucho más que un medio para pagar el sepelio, ya que incluyen diversos servicios que, a la hora de verdad, resultan de gran utilidad y que, sobre todo, simplifican mucho la labor de quienes tienen que hacerse cargo de un entierro. De hecho, también se ocupan los trámites y gestiones que hay que realizar en el momento del fallecimiento.

Principales coberturas de los seguros de decesos

La principal cobertura de un seguro de decesos tiene que ver con los gastos derivados del sepelio, y los servicios funerarios y el sepelio, que incluyen los gastos del tanatorio, el coste de ataúd, la realización, impresión y reparto de las esquelas, el servicio religioso,  el acondicionamiento del cadáver, el coche fúnebre y el entierro o incineración, principalmente. También suelen incluir servicios de atención psicológica, posibles gastos extraordinarios de tipo médico-legal e incluso la conservación del ADN.
Una cobertura interesante que suelen ofrecer los seguros de decesos es la cobertura de traslado del fallecido. Es muy interesante para aquellas personas que desean ser enterradas en una localidad diferente a aquella en la que residen habitual.  

Además, los seguros de decesos suelen ofrecer otra cobertura que, en muchos casos, pueden resultar muy útiles. Es el caso de la cobertura de repatriación, que incluye el traslado del féretro desde el extranjero.

Otra cobertura que puede resultar muy interesante en los seguros de decesos es la de testamento online. De hecho, muchas compañías incluyen esta cobertura en sus pólizas sin coste adicional. Esta cobertura incluye normalmente un servicio de asesoramiento legal online para la elaboración del testamento, con cita ante notario incluida, así como los gastos derivados de la constitución del testamento.

Por último, destacar una cobertura muy interesante que cada vez más está disponible en los seguros de decesos: el borrado de la vida digital. Este servicio consiste en la eliminación de cualquier rastro digital de los datos personales del finado en Internet, incluyendo perfiles en redes sociales, blogs y foros, resultados de búsquedas (especialmente en lo que se refiere a sanciones, multas y demás), entre otros.

Quién puede contratar un seguro de decesos

Cualquier persona puede contratar un seguro de decesos o ser incluida en una póliza familiar. 
Incluso los niños y las personas mayores pueden estar asegurados con una póliza de decesos. La cuestión es que no todos pagarán lo mismo. El precio de la póliza dependerá de cuestiones como la edad o el riesgo, principalmente. Algunas características en las coberturas también influyen en el precio de la póliza. 

Un seguro de decesos es un tipo de póliza de seguros cuyo objetivo principal es cubrir los gastos originados de la defunción del asegurado. Es habitual que muchas personas piensen que este tipo de seguros tienen poco sentido por diversos motivos. Muchos argumentan que si el asegurado vive mucho tiempo al final paga de más, o que hay otras fórmulas para dejar la cuestión económica atada sin tener que adelantar dinero. 

Sin embargo, los seguros de decesos son mucho más que un medio para pagar el sepelio, ya que incluyen diversos servicios que, a la hora de verdad, resultan de gran utilidad y que, sobre todo, simplifican mucho la labor de quienes tienen que hacerse cargo de un entierro. De hecho, también se ocupan los trámites y gestiones que hay que realizar en el momento del fallecimiento.

Principales coberturas de los seguros de decesos

La principal cobertura de un seguro de decesos tiene que ver con los gastos derivados del sepelio, y los servicios funerarios y el sepelio, que incluyen los gastos del tanatorio, el coste de ataúd, la realización, impresión y reparto de las esquelas, el servicio religioso,  el acondicionamiento del cadáver, el coche fúnebre y el entierro o incineración, principalmente. También suelen incluir servicios de atención psicológica, posibles gastos extraordinarios de tipo médico-legal e incluso la conservación del ADN.

Una cobertura interesante que suelen ofrecer los seguros de decesos es la cobertura de traslado del fallecido. Es muy interesante para aquellas personas que desean ser enterradas en una localidad diferente a aquella en la que residen habitual.  

Además, los seguros de decesos suelen ofrecer otra cobertura que, en muchos casos, pueden resultar muy útiles. Es el caso de la cobertura de repatriación, que incluye el traslado del féretro desde el extranjero.

Otra cobertura que puede resultar muy interesante en los seguros de decesos es la de testamento online. De hecho, muchas compañías incluyen esta cobertura en sus pólizas sin coste adicional. Esta cobertura incluye normalmente un servicio de asesoramiento legal online para la elaboración del testamento, con cita ante notario incluida, así como los gastos derivados de la constitución del testamento.

Por último, destacar una cobertura muy interesante que cada vez más está disponible en los seguros de decesos: el borrado de la vida digital. Este servicio consiste en la eliminación de cualquier rastro digital de los datos personales del finado en Internet, incluyendo perfiles en redes sociales, blogs y foros, resultados de búsquedas (especialmente en lo que se refiere a sanciones, multas y demás), entre otros.

Quién puede contratar un seguro de decesos

Cualquier persona puede contratar un seguro de decesos o ser incluida en una póliza familiar. 

Incluso los niños y las personas mayores pueden estar asegurados con una póliza de decesos. La cuestión es que no todos pagarán lo mismo. El precio de la póliza dependerá de cuestiones como la edad o el riesgo, principalmente. Algunas características en las coberturas también influyen en el precio de la póliza.