¿Es el coaching una disciplina con futuro laboral?

¿Es el coaching una disciplina con futuro laboral?

El coaching es una disciplina que se practica desde hace décadas, pero no ha sido hasta los últimos años cuando ha adquirido una relevancia importante. Su aplicación en el mundo de la empresa, el deporte o simplemente el crecimiento personal ha generado un interés exorbitado entre buena parte de la población.

Hoy en día es una disciplina que se encuentra en pleno auge, y son numerosas las empresas y entornos que requieren esta figura como elemento clave para desarrollar el potencial de sus empleados y la organización en sí misma. De este modo, lo que se busca con el coaching, en todos los casos, es optimizar la productividad, sacar el máximo partido posible de las potencialidades de la persona que recibe estas sesiones.

La aparición de la pandemia hace ya casi dos años, que ha agravado los problemas mentales de muchos ciudadanos, sumado al menor miedo de las nuevas generaciones en mostrar sus inquietudes e incertidumbres, está impulsando más si cabe el coaching.

Al final, el coaching y la psicología son disciplinas muy vinculadas entre sí, de hecho el primero parte de la segunda, pero se centra en las fortalezas de cada persona en conseguir los retos que se propone. La pregunta que surge ahora es, ¿sigue siendo el coaching una profesión atractiva para conseguir empleo?

¿Qué salidas laborales ofrece el coaching?

A nivel profesional, la labor del coaching es ayudar a sus clientes, que no pacientes, a descubrir cuál es su potencial y habilidades ocultas. Con esta definición tan somera y generalista, a priori estudiar coaching puede llevar a un buen futuro laboral, ya que son muchas personas las que consideran que necesitan ayuda externa para sacar el máximo partido a sus opciones para seguir creciendo.

Por otra parte, esas mismas salidas profesionales están muy vinculadas a la rama específica de formación. Ya no solo es que sea una disciplina con muchas opciones para seguir creciendo, sino que puede vincularse a otros muchos sectores.

Coaching deportivo y coaching profesional

Algunos de los más conocidos son el coaching deportivo y el profesional. En el mundo del deporte está el caso, por ejemplo, de Rafa Nadal, que recientemente se ha convertido en el tenista hombre con más títulos de Grand Slam de la historia, cuando hace apenas medio año arrastraba una lesión que lo situaba prácticamente más cerca de la retirada que de la vuelta a la competición.

Los coaches deportivo pueden trabajar como monitores deportivos, como entrenadores de equipos o como parte esencial del núcleo profesional que rodea a una gran figura o una entidad deportiva.

En el caso del ámbito empresarial, las salidas laborales también son una garantía, porque son muchas las empresas que buscan mejorar la productividad de su organización apostando por una formación integral en la plantilla. Con esas sesiones de coaching intentan reforzar las habilidades de liderazgo, de compañerismo, de formación y de gestión de equipos.

Junto a estas dos ramas también aparecen como muy relevantes el coaching deportivo, el educativo, el personal y hasta el coaching nutricional.

¿Cómo distinguir un buen coach de un profesional que no lo es?

Un coach no es solo una persona que tiene un amplio conocimiento sobre una disciplina, sino que es aquella persona que, además de esto, es capaz de encontrar las piezas que pulsar en los clientes para activar sus fortalezas.

La disciplina, por tanto, requiere de una formación específica donde se incluya la empatía como elemento esencial. Un ejemplo de eso lo encontramos en la formación en coaching certitifcada del IEPP, que cuenta con una metodología exclusiva basada en un objetivo firme, potenciar el bienestar emocional para impulsar las fortalezas.

Los buenos coaches manejan el diálogo con sus clientes de manera natural, pero no siempre dicen lo que las personas a las que acompañan quieren escuchar. Por otra parte, es importante reseñar que para ser un buen coach es muy aconsejable tener experiencia en la materia de asesoría.

En este sentido, es importante huir de los profesionales que únicamente se basan en mensajes vacíos y prometen resultados inmediatos. El coaching es una disciplina muy vinculada a la psicología, pero que busca reforzar esos aspectos positivos. Como tal, necesita su tiempo, adentrarse en profundidad en inquietudes y posibilidades de éxito.

¿Qué diferencia el coaching del mentoring?

Sin abandonar las posibilidades laborales del coaching, es también importante distinguir entre este proceso y el de mentoring. En el estudio global sobre coaching del año 2020 se pone de manifiesto que este sector apunta a un crecimiento del 33%, con España con un país muy destacado en la formación de estos profesionales.

Mientras que el mentoring busca una relación más cercana entre mentor y alumno, el coaching pone el foco en la consecución de resultados. Es un proceso más pensado en el corto y el medio plazo. En cambio, el mentoring está más centrado en el desarrollo personal del individuo.

Ambas opciones son complementarias entre sí, y muy demandadas, pero es importante dejar clara esas sutiles diferencias para encontrar de manera eficaz al profesional que se necesita en cada momento.