Visto para sentencia el juicio por la quiebra de la CEOE-Cepyme de Ciudad Real

Arturo Mesa (d) y Álvaro Maldonado, a la entrada a los juzgados junto a su abogado (i) - Fotografía: Clara Manzano/Lanza
photo_camera Arturo Mesa (d) y Álvaro Maldonado, a la entrada a los juzgados junto a su abogado (i) - Fotografía: Clara Manzano/Lanza

El juicio por la quiebra de la extinta Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE-Cepyme) de Ciudad Real ha quedado visto para sentencia, tras la vista que se ha celebrado en el Juzgado de Primera Instancia Número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real.

Tras más de diez horas de vista, el juicio concluyó a última hora de anoche después de escuchar el testimonio de los expresidentes de la CEOE-Cepyme Arturo Mesa y Antonio Sánchez Migallón, y la del exsecretario general de la organización Álvaro Maldonado, a los que el ministerio fiscal considera responsables de la quiebra de la entidad y para los que pidió sean declarados "deudores culpables" del concurso de acreedores.

El fiscal jefe, Luis Huete, en su informe de conclusiones, consideró al final de la vista responsables de la situación económica que provocó la desaparición de la entidad a los tres exdirectivos.

Para ellos pidió, si son declarados culpables, en el caso de Arturo Mesa y Álvaro Maldonado, que hagan frente al pago del 20 % de la deuda de en torno a siete millones de euros que alcanzó la CEOE-Cepyme hasta 2013.

Para Antonio Migallón, que presidió durante seis meses la entidad, el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha pedido que haga frente al 2 % de esta deuda.

La fiscalía sostuvo durante el juicio que ninguno de los tres acusados "tenían intención" de "torpedear la organización", pero la dejación en la toma de medidas, dijo en sus conclusiones finales, "les hace autores por omisión" de la situación.

La defensa de Arturo Mesa y Álvaro Maldonado pidió la absolución de sus clientes y defendió el "carácter fortuito" de la bancarrota, al asegurar que la situación era salvable y que todo se precipitó "por la falta de confianza" de bancos y asociaciones cuando los medios de comunicación empezaron a informar de la complicada situación económica de la organización.

El abogado de Sánchez-Migallón, por su parte, puso de manifiesto "el formidable escollo" con que se encontró el que durante unos meses fue presidente de la entidad, quien, indicó, no fue informado por los anteriores dirigentes de la situación económica en la que estaba la entidad.

Este justificó el hecho de que su cliente no pidiera iniciar un concurso de acreedores ante la situación que vivía la entidad y acabó su intervención pidiendo que el concurso se declare fortuito porque, en su opinión, el incremento del pasivo no perjudicó el crédito contra la masa.

Tras escuchar a los implicados y después de que se oyera también la opinión de los peritos designados tanto por la defensa como por el propio juzgado, será cuando el titular del Juzgado de Primera Instancia Número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, Carmelo Ordoñez, haga pública la sentencia de este juicio.

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