Un estudio determina la génesis del 'géiser' de Almagro, que continúa activo

Un estudio del Instituto Geológico Minero de España (IGME) ha determinado el origen del 'géiser' de agua que surgió en un terreno localizado en Almagro (Ciudad Real) y que se debería a un proceso natural condicionado por el equilibrio de presiones del sistema agua-gas-roca que se da en la zona.

El estudio, elaborado por Julio López Gutiérrez, técnico de I+D+i del Área de Infraestructura Hidrogeológica del IGME y al que ha tenido acceso Efe, apunta a que el nuevo hervidero, que aún se mantiene activo, está asociada a un sondeo de 30 metros de profundidad realizado en el terreno por la acción humana.

Según el análisis de López Gutiérrez, estos "hervideros" son la consecuencia de la interacción de dos elementos, el gas de origen volcánico, que se manifiesta mediante la emisión difusa principalmente de anhídrido carbónico, y las aguas subterráneas, que circulan a través de distintos acuíferos de la región, algunos desarrollados en formaciones volcánicas y que se captan a través de pozos y sondeos.

Tanto el gas como las rocas volcánicas proceden de la actividad magmática que acaeció en la región a lo largo del Mioceno Superior y el Pleistoceno Inferior (entre los 8,7 y 1,75 millones de años aproximadamente), de la que quedan innumerables vestigios en toda la región, tales como rocas volcánicas masivas (coladas de lava), edificios piroclásticos (cabezos volcánicos) y maares (cráteres).

En cuanto a las aguas subterráneas, explica, las que se asocian a acuíferos desarrollados en rocas volcánicas, suelen tener altos contenidos en CO2, sin embargo, "se deben dar unas circunstancias desencadenantes para la surgencia violenta del agua en los sondeos".

Este es el caso del también conocido como 'géiser' de Almagro (que se proyecta a diez metros de altura) que al igual que otro que se conoció en Bolaños de Calatrava en 2011, responden a una misma circunstancia: años muy húmedos que provocan el ascenso del nivel del agua subterránea.

Estos ascensos, señala en su estudio el técnico del IGME, tienen una importante consecuencia sobre la presión que ejercen los gases en el terreno, ya que disminuye el espacio poroso libre de agua que puede ser ocupado por el gas y consecuentemente aumenta la presión de éste sobre el terreno.

Los sondeos, que actúan como puntos de conexión entre el subsuelo y la superficie, representan una vía preferente de descompresión del gas, que en su ascenso arrastra al agua subterránea y la proyecta en altura.

En el caso actual del hervidero de Almagro, explica en su trabajo, hay un elemento desencadenante añadido, como es que la subida de los niveles del agua subterránea ha provocado la inundación de unas naves industriales próximas, a escasos 30 metros de distancia del hervidero, y que actualmente se encuentran por debajo del nivel freático, más elevado de lo normal, en estos momentos.

Ello obliga al bombeo continuo del agua subterránea para hacer descender su nivel, lo que provoca una disminución puntual de la columna de agua cuya presión es la que sostiene el equilibrio con el CO2 emitido desde las rocas volcánicas.

En consecuencia, señala, "el gas se libera de una forma brusca, provocando el efecto 'hervidero', y encuentra de nuevo un sondeo como vía preferente de descompresión".

Al tratarse de un proceso natural condicionado por el equilibrio de presiones del sistema agua-gas-roca, ha añadido, "estos hechos seguirán produciéndose mientras que los niveles del agua subterránea sean especialmente elevados".

Julio López Gutiérrez recuerda en su estudio que la aparición repentina de agua subterránea y gas en la región ciudadrealeña del Campo de Calatrava es conocida desde hace bastante tiempo.

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