Una farmacéutica de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) ha fallecido este domingo por COVID-19, en lo que ha supuesto la primera muerte por COVID-19 en el colectivo farmacéutico de Castilla-La Mancha.
Su muerte ha sido dada a conocer por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real, en un comunicado en el que ha trasladado su pésame a la hija de la fallecida, también farmacéutica, y a su esposo, otro farmacéutico comunitario que está hospitalizado y al que la organización colegial ha deseado que se restablezca cuanto antes.
El Colegio de Farmacéuticos ciudadrealeño ha transmitido un mensaje de tranquilidad a todos los profesionales de la provincia, aunque les ha pedido "que extremen sus medidas de seguridad en estas especiales circunstancias", siguiendo las instrucciones que ha dado el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Asimismo, el Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real ha insistido en pedir a las autoridades sanitarias que dote a este colectivo de más medidas de protección.
En este sentido, ha recordado que los farmacéuticos solicitaron el pasado 13 de marzo medidas excepcionales para asegurar la continuidad de la prestación farmacéutica a toda la población, y que el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha planteado al Ministerio de Sanidad una batería de medidas para utilizar la red de 22.000 farmacias del país, entre ellas 311 de Ciudad Real y 1.256 castellano-manchegas.
"Nos encontramos en una situación de absoluta emergencia sanitaria que requiere de medidas excepcionales, y los farmacéuticos también estamos en primera línea de asistencia sanitaria, garantizando una prestación fundamental para la continuidad asistencial", ha dicho el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real, Francisco Izquierdo.
