UGT y CCOO pidieron este viernes mediante una concentración de varias docenas de delegados a las puertas de la sede de Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, que desbloquee la negociación del convenio colectivo del campo de la provincia pendiente de resolver desde febrero de 2012.
El secretario de CCOO en Ciudad Real, José Manuel Muñoz, criticó la actitud de la patronal agraria porque, a su juicio, está haciendo un "flaco favor a los empresarios que no están de acuerdo en recortar derechos consolidados".
Muñoz recordó que las condiciones laborales en el campo ya son "muy precarias y sería un riesgo reducir todo más, como el seguro agrario" que los empresarios mantienen con los asalariados.
El delegado de CCOO criticó la actitud "intransigente" de Asaja por tener bloqueada una negociación que comenzó hace más de un año y que está "perjudicando seriamente a los agricultores".
Según los datos que manejan los sindicatos, este convenio afecta a una media de 4.000 trabajadores en la provincia de Ciudad Real y a 10.000 en temporada alta.
CCOO "no va a consentir un nuevo retroceso de las condiciones laborales" por lo que aseguró que "mantendrán el diálogo y la negociación abierta hasta el final", aunque advirtió que se recurrirá a "nuevas movilizaciones e incluso más multitudinarias" que la de este viernes de no llegar a un entendimiento.
En este sentido, recordaron que este convenio debe reunir un conjunto de condiciones generales "favorables" para los trabajadores del campo para que "no se recorten derechos, como está ocurriendo por la excusa de la crisis".
El representante de CCOO también advirtió a los empresarios agrícolas que "no jueguen" con las condiciones laborales en un sector que "recibe múltiples ayudas y subvenciones estatales".
Por su parte, el secretario provincial de UGT, Juan Jiménez, avisó que si el convenio del campo "se cae será difícil hacer un seguimiento a un sector donde la mayoría de las sociedades son microempresas".
Aún así, tanto CCOO y UGT manifestaron su intención de mantener el diálogo y la negociación para poder alcanzar un acuerdo y, finalmente, sellar este convenio colectivo, el único del sector agroalimentario que lleva sin firmarse desde el año 2011.
