Transporte urbano de Ciudad Real tuvo 1,1 millones de usuarios en el primer semestre

El número de usuarios que utilizaron los autobuses urbanos en Ciudad Real en los seis primeros meses del año superó los 1,1 millones de personas, lo que supone un incremento sobre los que habían hecho uso de este transporte en el mismo periodo del año pasado.

Así lo ha indicado este martes la alcaldesa de la ciudad, Pilar Zamora, que ha avanzado que en 2017 previsiblemente se mejorarán los datos del año pasado, en los que hubo 1,8 millones de usuarios en todas las líneas de autobuses urbanos.

En los seis primeros meses ya se contabilizaron 1.106.000 usuarios, ha señalado la regidora que ha señalado que el año pasado ya se registró una significativa subida en el número de viajeros que registraron los autobuses urbanos, con cerca de 36.000 usuarios más que en 2015.

Asimismo, ha hecho un llamamiento a hacer uso del transporte público y de la bicicleta y a efectuar los desplazamientos a pie, como alternativa al empleo del coche para recorrer la ciudad.

Zamora ha dado a conocer los datos de uso del transporte público, coincidiendo con las actividades puestas en marcha en Ciudad Real para conmemorar la Semana Europea de la Movilidad.

La alcaldesa, que ha participado en una Ruta en Bicicleta por la Vía Verde con alumnos del colegio Hermanos Gárate, ha explicado que la Semana Europea de la Movilidad pretende sensibilizar sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, y los beneficios que por el contrario proporcionan los usos de modos de transporte más sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los viajes a pie.

Y ha recordado que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento impulsa medidas para favorecer usos alternativos al coche, como el desarrollo de itinerarios accesibles para que sea más fácil moverse por la ciudad.

También ha indicado con la reciente aprobación de la Ordenanza Reguladora de la Movilidad Ciclista, se busca facilitar la convivencia de bicicletas y peatones con los coches, reduciendo la velocidad de estos a 30 kilómetros la hora en numerosas calles de la ciudad.

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