La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a la distribución de estupefacientes en Puertollano (Ciudad Real), en una operación en la que han sido detenidas nueve personas, que constituían "uno de los clanes de droga más activos de Castilla-La Mancha".
Así lo ha asegurado el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, en una rueda de prensa en la que ha informado este lunes de esta actuación policial, que se ha denominado 'Operación Cerezo', junto a la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros, al jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Félix Antolín, y el comisario del Cuerpo Nacional de Policía de Ciudad Real, Alberto Camacho.
Tierraseca ha explicado que la operación se inició en septiembre de 2019, cuando una investigación condujo a la Policía Nacional hasta el barrio de El Carmen, en el que se ha centrado la actuación policial.
El delegado del Gobierno, que ha felicitado a los más de 60 agentes de la Policía Nacional que participaron en este operativo, ha destacado la capacidad de los agentes para llevar a cabo esta operación, pese a las continuas medidas de seguridad que tomaban los principales sospechosos, que hicieron aún más complicada la labor de investigación.
A pesar de sus esfuerzos para evitar ser detectados, la Policía Nacional consiguió identificar y detener a las nueve personas integrantes del grupo criminal, la mayor parte de ellos pertenecientes a un mismo clan familiar, así como localizar los domicilios que utilizaban como base de operaciones.
En el desarrollo de la operación se registraron cinco viviendas, en las que se lograron incautar 300 gramos de cocaína de gran pureza, 30 gramos de hachís, 150.000 euros en efectivo, tres armas de fuego (un revólver, una pistola y una escopeta), cargadores y cartuchos de diferente calibre.
Además, almacenaban objetos de gran valor adquiridos con los beneficios que habían obtenido traficando las sustancias ilícitas.
Una de las cinco viviendas registradas pertenecía a una familia ajena al clan, que ofrecía su domicilio a modo de "guardería" para almacenar y ocultar la droga.
Para llevar a cabo estos registros se ha contado con la participación de la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional, que cuenta con perros adiestrados para detectar sustancias estupefacientes y dinero en efectivo. Su trabajo permitió localizar varios "zulos" en los que el grupo criminal ocultaba gran parte de los efectos intervenidos.
En uno de los inmuebles registrados se halló también una plantación interior de marihuana perfectamente establecida, en la que había 427 plantas de cannabis.
El cultivo ilegal contaba con sistemas de aireación y climatización que se mantenían mediante un enganche ilegal al suministro eléctrico, lo que suponía un importante consumo de electricidad que ocasionaba un fraude estimado de 2.800 euros mensuales, unos 33.600 euros al año.
En el amplio dispositivo desplegado en la 'Operación Cerezo' han participado un total de 60 agentes de Policía Nacional procedentes de la Comisaría Local de Puertollano, de la Comisaría Provincial de Ciudad Real, la UPR de la Jefatura Superior de Castilla-La Mancha y de la Unidad de Guías Caninos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana con sede en Madrid.
El jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Felix Antolín, ha resaltado "la importancia de la colaboración ciudadana, que en este caso también ha resultado primordial para la desarticulación del clan".
Los detenidos han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Puertollano, y deberán responder de su pertenencia al grupo criminal, además de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico.
