Regantes del Alto Guadiana alertan del impacto de las nuevas restricciones de agua
La Federación de Regantes del Alto Guadiana (FERGUALT) ha manifestado su inquietud por el futuro inmediato del sector agrario tras analizar las últimas decisiones y documentos en materia de gestión del agua en la cuenca del Guadiana, que vuelven a situar a los regantes ante un escenario de restricciones y reducción de derechos.
La organización ha mostrado su “profunda preocupación” después de la aprobación definitiva de los regímenes de extracción para la campaña 2026, que, según denuncia, mantienen las limitaciones al uso del agua y la reducción de derechos de los regantes. Para el presidente de FERGUALT, Ángel Bellón, estas medidas “lejos de contribuir a la recuperación del buen estado de las masas de agua, están generando situaciones de insostenibilidad en numerosas explotaciones agrarias”.
Plan Hidrológico 2028-2033
FERGUALT también ha puesto el foco en el Esquema Provisional de Temas Importantes presentado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana en el marco de la revisión del Plan Hidrológico 2028-2033, actualmente en fase de información pública y al que la Federación tiene previsto presentar alegaciones.
La entidad considera “altamente preocupantes” las propuestas recogidas en este documento, centradas fundamentalmente en la reducción de superficie y demanda de riego, la disminución de dotaciones, la extinción de derechos o el endurecimiento del régimen sancionador. En este sentido, Bellón lamenta que “estas reformas normativas reducen las garantías de los usuarios de aguas subterráneas”.
Ante este escenario, FERGUALT ha anunciado que presentará las correspondientes alegaciones con el máximo rigor técnico y jurídico, con el objetivo de que la Administración Hidráulica reconsidere las medidas planteadas y oriente sus esfuerzos hacia el mantenimiento del sector agrario y la fijación de población en el territorio.
Reunión con la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha
En paralelo, representantes de la Federación de Regantes del Alto Guadiana han mantenido esta semana en Toledo un encuentro de trabajo con la directora de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Montserrat Muro. El objetivo de la reunión fue presentar formalmente la organización y trasladar a la responsable autonómica las principales preocupaciones y propuestas de los regantes.
Durante el encuentro, desde FERGUALT se puso de manifiesto la necesidad de reducir de manera significativa los plazos de tramitación de los informes de evaluación de impacto ambiental, considerados imprescindibles para la resolución de expedientes ante la Confederación Hidrográfica del Guadiana, como los relativos a las transformaciones de derechos de aprovechamiento.
Asimismo, la Federación trasladó la inquietud existente ante la posible extinción, a finales de 2027, de las concesiones otorgadas al amparo del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), en particular las correspondientes a cultivos leñosos de hasta 10 hectáreas y con volúmenes de hasta 7.000 metros cúbicos.
Medidas compensatorias y abastecimiento
Otro de los asuntos abordados fue la conveniencia de estudiar medidas compensatorias vinculadas al abandono o la reducción de superficies de regadío que contribuyan de forma efectiva a la recuperación de las masas de agua subterránea declaradas en riesgo.
En este contexto, FERGUALT subrayó la importancia de fomentar la suscripción de compromisos por parte de los ayuntamientos para la conexión a la Tubería Manchega, con el fin de sustituir las captaciones destinadas a abastecimiento desde dichas masas de agua en riesgo.
La Federación también puso de relieve la escasa efectividad demostrada, año tras año, de las restricciones de dotaciones de riego como único instrumento para alcanzar el buen estado de las masas de aguas subterráneas.
Una federación con amplia representación
La Federación de Regantes del Alto Guadiana (FERGUALT) es una asociación que agrupa a las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas de Campo de Montiel, Campo de Calatrava, Consuegra-Villacañas, Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Sierra de Altomira. En su conjunto, representa a más de 50.000 aprovechamientos y usuarios de distintos usos, principalmente agrarios, sobre una superficie de regadío aproximada de 300.000 hectáreas en un ámbito geográfico de unos 15.500 kilómetros cuadrados.