El viejo puente situado junto al molino de Zuacorta, el primero que cruzaba el cauce del río Guadiana medio en su discurrir por la provincia de Ciudad Real, ha sido testigo de la presentación de un libro sobre la historia del ecologismo en la provincia de Ciudad Real.
Los autores del libro 'Historia del ecologismo de la provincia de Ciudad Real, II", han elegido este lugar por uno de los emblemas de la lucha conservacionista en Castilla-La Mancha y Ciudad Real.
Por el puente de Zuacorta, en cuyo entorno se llegó a cultivar arroz, discurría el agua del Guadiana cuando su cauce aún no se veía afectado por la sobreexplotación motiva por el desarrollo incontrolado del cultivo intensivo de regadío.
Francisco Zamora, coordinador y autor del texto en el que también han participado como autores Miguel Alhambra, Rafael Galán de la Flor, Rafael U. Gosálvez, Gregorio López Sanz y José María Oñate y como fotógrafo Manuel Ruiz Toribio, ha señalado a Efe que han elegido este lugar para presentar el libro porque este puente simboliza de alguna manera las grandes afecciones que ha sufrido uno de los grandes ríos peninsulares y que han motivado año de lucha del movimiento ecologista en Ciudad Real.
Zamora ha recordado que hace ocho años se presentó en este mismo lugar la primera parte de la "Historia del ecologismo en la provincia de Ciudad Real" y coincidiendo con ello se intentaba sofocar un incendio aguas abajo del río Guadiana, en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.
La sobreexplotación del acuífero llevó a esa situación y en aquel entonces, ha recordado, "mostramos nuestro deseo de que este río volviera a llevar agua. Ocho años después sigue sin llevarla, pero en estos años ha llovido más, algunas cosas se han hecho mejor y hemos tenido la sorpresa de que ya hay agua en el Guadiana, se pueden ver charcones y el agua mana; no es lo que queríamos, pero, de alguna manera la situación está mejorando".
Francisco Zamora ha explicado que el libro aborda los conflictos ambientales del Alto Guadiana con los trabajos de autores como Gregorio López Sanz o el sociólogo Miguel Alhambra.
En el libro, también se puede encontrar el punto de vista de los agricultores sobre la gestión del agua subterránea en Alto Guadiana, a través de la participación del que fuera dirigente sindical agrario, José María Oñate.
Pero el libro, ha indicado, aborda otros aspectos ligados a la lucha conservacionista en la provincia, como las vivencias de la lucha en Anchuras contra el campo de tiro en los primeros años de conflicto, de los que escribe Rafael Galán de la Flor que fue, junto con Santiago Martín, se convirtió en uno de los principales activistas que lideró esta lucha.
El propio Zamora también escribe de aquella lucha, aunque, aportando otra visión del momento histórico de esta lucha, cuando el conflicto ya se había suavizado, ha explicado.
El libro incluye un apartado escrito por el profesor Rafael U. Gosálvez, dedicado a analizar y exponer la problemática a las que se enfrentan las lagunas volcánicas del Campo de Calatrava.
