El fotógrafo Muhammad Ali y el pintor Kawa Hadji, refugiados sirios en Salónica (Grecia), son los artistas elegidos por los voluntarios Beatriz Sanz y Daniel Yonte que el pasado noviembre abrieron un proyecto cultural para traer a España refugiados con una estancia artística en Pedro Muñoz (Ciudad Real).
La apuesta de esta joven pareja de voluntarios que reside en Burgos se denomina Proyecto Palmira y busca convertir la creación artística en un elemento de integración, concibiendo la cultura como un refugio ante situaciones extremas.
Beatriz Sanz ha recordado hoy a Efe que la idea surgió tras un viaje que ambos hicieron a Lesbos en marzo de 2016, encajado en un máster de la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas.
El objetivo era aprovechar su regreso a Grecia, como voluntarios, para buscar artistas y creadores entre los refugiados y traerlos a España con una estancia artística de tres meses.
De la residencia se encargaría la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas, a través de su Centro Cultural La Harinera, ubicado en Pedro Muñoz (Ciudad Real).
Y el Proyecto Palmira ha sido un éxito, ha afirmado Sanz, ya que han conseguido seleccionar a dos artistas, refugiados sirios, a los que se tratará de traer a España en breve.
Se trata del fotógrafo Muhammad Ali, que llegó a Europa en marzo de 2015 y utiliza la imagen para denunciar la precariedad en la que viven los refugiados en Grecia.
Ali ha retratado el campamento de Loannina, a ocho horas en autobús de Atenas, en el que ha estado viviendo hasta este invierno, cuando se inundó y les trasladaron a Salónica.
Su sueño sería convertirse en fotoperiodista y poder ayudar con su trabajo a las personas que peor lo están pasando, como reconoce en el vídeo grabado para el Proyecto Palmira.
Beatriz Sanz ha explicado que dieron con Ali "por una casualidad de la vida", gracias a Berta y María, voluntarias en el campamento de Loannina, que les hablaron de dos posibles candidatos.
La burgalesa y el gallego viajaron hasta Loannina y allí pudieron conocer no solo a Muhammad Ali, sino también al pintor Kawa Hadji, y supieron de inmediato que habían encontrado a sus artistas.
Kawa Hadji dejó Siria con destino Irak en 2013 y a Grecia llegó en febrero de 2016. La pintura le ha gustado desde bien pequeño y reconoce que es un enamorado de Goya y Picasso.
Además, El Quijote ha sido una inspiración constante en su arte, y ya en Grecia supo ver las similitudes entre el personaje del gran Miguel de Cervantes y los refugiados, valientes y generosos.
Beatriz Sanz y Daniel Yonte pasaron dos días en el campamento, conociendo a sus artistas y, tras ese primer encuentro, iniciaron el proceso para convertir su proyecto en realidad.
En estos momentos, la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas tramita la solicitud para que el Ministerio del Interior permita la entrada de Ali y Hadji.
Llegarían a España para participar en una estancia artística de tres meses, que les permitiría formarse e intercambiar experiencias con otros artistas, a través de talleres, cursos o exposiciones.
El Centro Cultural La Harinera de Pedro Muñoz los acogería y Sanz ha asegurado que lo tienen todo organizado, pero la burocracia "no es fácil y ni siquiera saben si les concederán la estancia".
Después de pasar un mes y medio en Grecia, desde noviembre hasta Navidad, y de conseguir encontrar a sus artistas, "el último paso no están en nuestras manos", ha reconocido Sanz.
Esta situación no deja de ser frustrante como muchas experiencias que la pareja ha vivido en los dos viajes realizados a Grecia, en los que han conocido historias "muy duras" y han visto "mucha tristeza".
Beatriz Sanz y Daniel Yonte han asegurado que la gran diferencia entre los viajes de marzo y noviembre es que ahora los refugiados han perdido la esperanza.