El municipio de Puertollano (Ciudad Real) ha vuelto a celebrar este jueves su fiesta de renovación del Santo Voto, una de las más antiguas de Europa. Tras el emotivo acto del encendido de calderas en la noche del miércoles, protagonizado por doce niños acompañados de padres y docentes, este jueves se ha iniciado con el reparto de casi 5.000 panecillos entre los escolares, la solemne misa en la Virgen de Gracia y la bendición del guiso por el párroco, Pedro Crespo.
La fiesta del Santo Voto, la conmemoración medieval de la promesa realizada a la Virgen en los tiempos de la peste negra, es celebrada en la ciudad minera desde hace 673 años, y ha sido declarada como Bien de Interés Cultural Inmaterial del Patrimonio Histórico Español.
La alcaldesa, Isabel Rodríguez, ha sido la encargada de sacar las primeras raciones del estofado de carne guisado en ollas de barro. En esta ocasión no se ha repartido entre la ciudadanía, como es tradición, ante las restricciones por la pandemia, pero ha sido distribuido en el Hospital Santa Bárbara y en residencias de mayores y de atención a personas discapacitadas.
En declaraciones a los periodistas, Rodríguez ha afirmado que "se ha mantenido el guiso con ese origen de altruismo" con el que surgió en su momento gracias a la participación del cocinero José Ángel Sánchez Maya, junto a otras personas que también han colaborado.
Rodríguez ha reconocido que la actitud es ahora "más optimista" en contraste con los últimos meses, ante el horizonte que ofrece la vacunación, pero ha insistido en un mensaje de responsabilidad. "Hay que seguir cuidándose y protegiéndose hasta acabar con el virus", ha recalcado.
El cocinero José Angel Sánchez Maya, de la empresa Natural Food, ha elaborado el guiso del Santo Voto desde las 8.00 horas de este jueves en trece ollas de barro al calor de la leña donada por el ciudadano Santos Hipólito.
Según ha relatado, el estofado ha sido elaborado con sofrito de cebolla, ajo, zanahoria, pimiento y pimentón. Después ha añadido 40 kilos de carne de ternera en tacos, que se han cocido con vino y agua junto con 40 kilos de patatas y especias.
