Ortega afirma que no habrá despidos en Aguas de Alcázar y así será viable

El alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega, ha asegurado hoy que el cambio de gestión de "Aguas de Alcázar" no entraña ningún despido, sino dar viabilidad a una empresa "maltratada por el anterior equipo de gobierno socialista" que la dejó con una deuda de casi 8 millones de euros.

El regidor municipal ha manifestado que "Aguas de Alcázar ni se vende ni se privatiza", sino que su gestión pasará de ser directa a indirecta, mediante un modelo mixto participado por el Ayuntamiento y una empresa.

"En ningún caso estamos hablando ni de privatización ni de venta de esta empresa, ha insistido el regidor.

El Consistorio ha informado hoy en un comunicado que el objetivo del proceso no es otro que "garantizar la viabilidad de la empresa de Aguas, evitando así su cierre que era lo que tal vez tuviera previsto el partido Socialista en el caso de estar gobernando el Ayuntamiento".

En este sentido, Ortega ha explicado que, ante la situación económica en la que se encuentra la empresa municipal, hay dos opciones: "una de ellas es no hacer nada y cerrarla o intentar dar una solución que no pasase por el cierre y disolución ni por la eliminación de todos los puestos de trabajo".

El alcalde ha subrayado que no se habla de venta ni de privatización de Aguas de Alcázar, sino "de dar viabilidad económica y la permanencia de una empresa maltratada por el anterior equipo de gobierno socialista, en torno al cual ha existido una presunta trama de corrupción que ya está esta en los tribunales".

Aguas de Alcázar ha generado una deuda millonaria de casi 8 millones de euros que hay que pagar, ha indicado el alcalde alcazareño.

Respecto al cambio de gestión, el regidor municipal ha manifestado que los vecinos no van a notar absolutamente nada, pues no van a subir las tarifas, se mantiene la actualización de la subida del IPC, tampoco va a repercutir en la calidad del servicio, ni en la calidad del agua que llega a los domicilios.

También ha añadido que lo único que notarán los vecinos es que el Ayuntamiento, en vez de tener que asumir el pago de la deuda de esos ocho millones de euros contraída por Aguas, empleará esa cantidad de dinero para realizar inversiones, arreglar calles, colegios, nuevas obras, generar empleo y ayudar a emprendedores y empresarios.

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