Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, un paraíso para la invernada de las grullas

El primer censo de invernada realizado por los técnicos de los parques nacionales de Las Tablas de Daimiel y Cabañeros arroja una cifra de grullas invernantes superior a la del año pasado, con 9.200 ejemplares

Los parques nacionales de Las Tablas de Daimiel y Cabañeros se convierten cada otoño invierno en un paraíso para miles de grullas comunes que llegan hasta la Península Ibérica para invernar procedentes del norte de Europa y dejan así atrás los campos cubiertos de nieve donde tienen dificultades para encontrar alimento.

El primer censo de invernada realizado por los técnicos de los parques nacionales de Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, al que ha tenido acceso EFE, arroja una cifra de grullas invernantes superior a la del año pasado, con 9.200 ejemplares.

En 2021 el censo anual registró un total de 6.900 ejemplares, por lo que este año unas 2.300 grullas más han decido pasar el invierno en estos dos parques nacionales.

Lo que sí ha cambiado con respecto al año pasado es la distribución de la población.

Así, si el año pasado en el Parque Nacional de Cabañeros se censaron 4.603 ejemplares, este año se han censado sólo 1.702 ejemplares.

Por el contrario, en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha aumentado la población invernante este año, pasando de las 2.275 ejemplares a los 7.500 que se han contabilizado este invierno.

La falta de alimento en el entorno del parque nacional de Cabañeros, donde este año no se ha sembrado maíz en la zona regable del embalse de Torre de Abraham como consecuencia de la falta de agua, es una de las razones que ha motivado el descenso en el número de ejemplares que este año se pueden observar en la zona.

Así lo han explicado a EFE fuentes del parque nacional, que han señalado que, por el contrario, las grullas han optado por concentrarse en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel que este año presenta una mayor inundación de agua que el año pasado, como consecuencia del trasvase de agua que llegó a través de la tubería de la Llanura Manchega.

Junto a los parques nacionales, la provincia de Ciudad Real cuenta con otras importantes zonas de invernada para la grulla común, como son la comarca de Alcázar de San Juan y el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.

Los datos del censo realizados en estas dos zonas aún no han transcendido, pero el año pasado se censaron 1.615 en la comarca Alcázar de San Juan y 741 en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.

LLEGAN A RECORRER MÁS DE 4.000 KM

La grulla común es una de las aves más populares entre las personas que se acercan a disfrutar de la naturaleza y de las aves.

El fascinante viaje que realizan para desplazarse desde el norte hasta el sur de Europa, que les lleva a cruzar Alemania y Francia durante los meses de octubre y noviembre, para regresar a sus zonas de cría entre mediados de febrero y marzo, levanta la curiosidad de muchas personas que cada año acuden a esos lugares para observarlas.

Estas aves llegan a recorrer más de 4.000 kilómetros de distancia volando en ocasiones a más de 9.000 metros de altitud.

La grulla común es, además, una de las aves mas elegantes que se puede contemplar en plena naturaleza y su gran envergadura la lleva a ser fácilmente distinguida en el campo.

Destaca también su característica forma de vuelo en forma de 'v' y el sonido que emiten tanto cuando van en vuelo como cuando se encuentran posadas en el suelo.

Esta especie emite un característico trompeteo que puede escucharse a kilómetros de distancia, debido a que la laringe atraviesa el esternón como si fuese una caja de resonancia y eso magnifica su grito.

Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma que más grullas acoge, detrás de Extremadura y Aragón.

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