Las ONGs ecologistas regionales con representación en el patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, han solicitado que se emita una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa para el proyecto de restauración que se pretende realizar en este espacio protegido.
Así lo han manifestado en las alegaciones que han presentado al proyecto que pretende restaurar ambientalmente el itinerario de la Isla del Pan en el parque nacional, y que ha sido sometido a información pública.
En sus alegaciones, a las que ha tenido acceso Efe, los ecologistas sostienen que este proyecto presentado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales es innecesario e incluso perjudicial para el Parque Nacional y responde solo a una mera operación de "maquillaje ambiental".
Y han asegurado que el proyecto vulnera la legislación de Evaluación Ambiental al presentar un estudio de impacto ambiental de escasa calidad y nula excelencia para cumplir con las exigencias contenidas en la Ley 2/2020, además de manipular maliciosamente el método de evaluación, lo que conllevaría una infracción grave conforme al Régimen Sancionador de esta ley, que instan a investigar.
En este sentido, han apuntado que el proyecto en el que se basa la DIA, elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), oculta información clave sobre el proceso de desarrollo del carrizo y maximiza el problema de la colmatación, ocultan el impacto del aumento de la infiltración y el de la removilización de sedimentos con una carga contaminante importante.
Todo el proyecto de restauración ambiental presentado por el CSIC parte de la idea de que el entorno de la isla del Pan sufre un proceso de colmatación provocado principalmente por la descomposición in situ de la materia vegetal, que aporta nutrientes y materia orgánica al sedimento, lo que favorece el crecimiento exponencial de los helófitos y un aumento constante del espesor del sedimento.
En consecuencia, el proyecto de restauración del CSIC considera que el decapado y la eliminación de los helófitos conllevará una mejora de la calidad ambiental al aumentar la superficie inundada libre de vegetación, lo que hará aumentar el calado, mejorando así el hidroperiodo de la zona, ampliándose la superficie de masiega y como consecuencia de todo se aumentará la biodiversidad de la zona y la presencia de avifauna.
Una opinión que no comparten los grupos ecologistas regionales en el Patronato, que han señalado que el crecimiento de los helófitos y el aumento del espesor de los sedimentos es consecuencia de una mala gestión ambiental del Parque Nacional, basada en gran parte en el aval científico del CSIC, que ha convertido a Las Tablas de Daimiel en un sistema cerrado por cuatro presas, fondo de saco de la contaminación difusa agraria y de los vertidos de aguas residuales de los pueblos ribereños al Guadiana y al Gigüela.
Estos factores clave no se piensan revertir con la actuación, han denunciado los ecologistas, que han criticado que esta actuación tiene como único fin "hacer maquillaje ambiental" en la principal zona de visita del Parque Nacional, el itinerario de la isla del Pan, itinerario que los científicos del CSIC ocultan que es la zona divisoria de aguas del Parque y por ello, una de las partes más elevadas del mismo.
Mantener con agua esa zona es conseguir que todo el Parque Nacional esté cubierto de agua y eso, hoy por hoy, han señalado los ecologistas, es algo muy difícil.
También han advertido que las graves carencias del Estudio de Impacto Ambiental se reflejan en la ausencia de un análisis de alternativas del proyecto, cuando la legislación indica que se debe incluir un examen multicriterio de las distintas alternativas que resulten ambientalmente más adecuadas, incluida la alternativa cero.
