López Simón, cuatro orejas y dos rabos, a hombros con El Fandi en Almagro

El diestro David Fandila "El Fandi" durante la faena a su primer toro en el tradicional festejo taurino en Almagro - EFE/Mariano Cieza
photo_camera El diestro David Fandila "El Fandi" durante la faena a su primer toro en el tradicional festejo taurino en Almagro - EFE/Mariano Cieza

El diestro Alberto López Simón cosechó un triunfo rotundo de cuatro orejas y dos rabos en la localidad ciudadrealeña de Almagro, donde salió a hombros junto a David Fandila "El Fandi", que obtuvo tres apéndices en total.

Se lidiaron seis toros de José Vázquez, de presencia desigual. Nobles y manejables en general, a excepción del segundo, el más deslucido. Al tercero, de nombre Cazador, se le concedió la vuelta al ruedo.

David Fandila "El Fandi", dos orejas y oreja tras aviso.

Cayetano Rivera, silencio y oreja.

Alberto López Simón, dos orejas y rabo, y dos orejas y rabo.

La plaza registró media entrada en los tendidos.

POR LA SENDA DE LA RECUPERACIÓN

Almagro, buque insignia del taurinismo ciudadrealeño hace años, ha dado el primer paso para recuperar, al menos parcialmente, su antiguo esplendor. La plaza registró una entrada aceptable, aunque netamente mejorable, y el público disfrutó con tres toreros en situaciones distintas, y con conceptos igualmente diversos.

La corrida de José Vázquez, desigual de presentación pero noble y manejable, propició el lucimiento, en mayor o menor medida, de los toreros actuantes, sobre todo de López Simón en el tercero, un toro que persiguió la muleta con obediencia, aunque punteando al final del muletazo.

El madrileño le dio pases de todos los colores, con verticalidad, entrega y descolgado de hombros, llegando a cerrar faena de rodillas. Para añadidura, mató de gran estoconazo entero arriba.

Su segundo también se dejó, y mucho, y el madrileño, en estado de gracia en su estilo, lo cuajó a placer, sobre todo por el pitón derecho, y en alguno aislado al natural. Como digno colofón, reventó también al toro al entrar a matar al primer intento. Pletórico López Simón.

El Fandi le dio su fiesta habitual a los toros; es decir, vistosidad con capote, espectacularidad atlética en banderillas y menor nivel con la muleta. No obstante justo es destacar que en el que abrió plaza logró naturales muy templados, contagiándose de la calidad del toro.

Su segundo, más alto de agujas, no humilló y embistió con sosería, ante lo que el granadino se fue a sol a buscar calor, a pesar de ser anochecida en ese momebnto.

Cayetano nada pudo hacer frente al deslucido tercero, al que además mató tarde y mal. Sin embargo se pudo desquitar en el quinto, hilvanando una faena irregular pero con momentos de brillantez estética rematada al segundo intento con el estoque.

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