El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel alcanzó sus máximos niveles de inundación y supera las 2.020 hectáreas anegadas por el agua, lo que le ha devuelto a este espacio natural su mejor imagen.
Según indicaron fuentes del Parque Nacional, los aportes de agua de los ríos Guadiana y Gigüela y la que procede de los arroyos del entorno ha llevado al Parque a alcanzar unos niveles de inundación similares a los que se registraron en 2010.
La gran cantidad de agua que está recibiendo ha provocado que parcialmente algunos tramos de las pasarelas que recorren las tablas fluviales hayan quedado parcialmente cubiertas por el agua.
La situación hídrica que vive este espacio natural, declarado parque nacional en 1973 por su importancia para la conservación integral de las aves acuáticas, vuelve a alcanzar registros de inundación "muy importantes y poco habituales en los últimos treinta años", según las mismas fuentes.
Por cuarto año consecutivo, Las Tablas de Daimiel van a permanecer "interrumpidamente" encharcadas, una circunstancia que no se recordaba desde hace décadas.
Las Tablas de Daimiel, que han pasado por momentos muy delicados en los últimos años como consecuencia de la falta de agua, lo que llegó a provocar importantes incendios de turba, forman parte de Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda que, al igual que el propio parque vive un momento de bonanza hídrica.
En los últimos años, el Parque Nacional ha recuperado progresivamente los importantes valores ambientales que lo llevaron en 1982 a ser declarado zona Ramsar para la protección de los humedales y, con posterioridad, Zona de Especial Protección para las aves por la Unión Europea.
Las Tablas de Daimiel representan en España a los ecosistemas ligados a las zonas húmedas continentales, donde están presentes una gran variedad de aves acuáticas.
Entre las aves más abundantes presentes en este espacio natural se encuentran el somormujo lavanco, el zampullín común, la focha común o el zampullín cuellinegro, además de las grandes ardeidas como la garza real, la garza imperial o la garceta grande.
En el que está considerado "el gran oasis de La Mancha" también se pueden encontrar una de las más importantes representaciones de anátidas que forman parte de la fauna ibérica que son uno de los principales reclamos turísticos del parque.
