El acusado de matar a otro hombre de una cuchillada en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), M.C.V., ha negado que tuviera la intención de acabar con la vida de I.G.R. y ha declarado este lunes, durante la primera sesión del juicio con jurado, que la víctima se clavó el cuchillo cuando ambos forcejeaban en el interior del vehículo.
La primera sesión del juicio con jurado contra M.C.V., acusado de un delito de homicidio con la circunstancia agravante de superioridad, y para quien el fiscal pide 14 años de cárcel, ha tenido lugar este lunes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
Durante su declaración, M.C.V. ha dicho que el día del suceso, a finales de julio de 2019, llamó a otra persona, F.A.N., compañero de trabajo de su padre, para pedirle explicaciones por haberlo insultado y fue entonces cuando ambos se citaron en una rotonda de Villarrubia de los Ojos para aclarar lo sucedido.
A ese lugar M.C.V. acudió acompañado por su amigo C.D.P., y F.A.N. lo hizo acompañado por su primo I.G.R., a quien el acusado conocía desde pequeños porque eran del mismo pueblo y habían jugado juntos al fútbol.
El acusado ha explicado que cuando llegó al lugar con su vehículo, I.G.R. y F.A.N. salieron a su encuentro por lo que tuvo que frenar bruscamente para evitar atropellarlos y los dos primos comenzaron a pegarle y empujarle en el interior del vehículo.
En un momento, I.G.R. se dirigió al lado del conductor y abrió la puerta para golpear a M.C.V. ya que la ventanilla estaba cerrada porque no funcionaba, y el conductor comprobó que llevaba en la mano derecha "como un metal, que no sé exactamente qué era, porque no lo pude ver con claridad" y se dirigió hacia él para sacarlo del coche desabrochándole el cinturón de seguridad.
En ese momento, el acusado empuñó un cuchillo de cocina que llevaba en la zona del freno de mano del vehículo y que había dejado allí al utilizarlo para cambiar una bombilla fundida del coche.
Al ver que I.G.R. intentaba sacarlo del vehículo "levanté el cuchillo, lo cogí con la mano derecha y de repente escuché un ruido, cuando I.G.R. estaba dentro del coche y encima de mi, al intentar quitarme el cinturón de seguridad"., ha dicho el acusado quien ha añadido que en ese momento se clavó el cuchillo.
Ha afirmado que en ningún caso intentó apuñalarlo, porque "si hubiera querido hacerlo, no hubiera tenido espacio", ha negado salir del coche amenazando a I.G.R. y F.A.N., y ha apuntado que tras lo sucedido tiró el cuchillo "delante de los pies de mi compañero" en la zona del asiento del copiloto.
"Me imaginé que le había pinchado en el hombro", ha declarado en el juicio, donde ha añadido que se marchó del lugar sin auxiliar a I.G.R. para dirigirse a Madridejos (Toledo) donde se encontraba trabajando su madre, a la que contó lo sucedido y ambos decidieron presentarse ante la Guardia Civil tras saber que I.G.R. había fallecido.
Durante esta primera sesión del juicio también ha declarado F.A.N., que ha explicado que cuando el acusado se encontró con ellos en la rotonda de Villarrubia de los Ojos trató de pillarlos con el coche, y ha negado que su primo o él llevaran ningún tipo de arma blanca al encuentro.
También ha indicado que la discusión entre su primo y el acusado se produjo por la ventanilla y que en ningún caso aquel abrió la puerta para entrar en el interior del vehículo, y a preguntas de las partes ha explicado que no pudo ver el momento en el que su primo fue apuñalado porque él se encontraba en el lado del copiloto del vehículo.
Otro de los testigos que ha declarado ha sido C.D.P., acompañante y amigo del acusado el día de los hechos, quien ha declarado que no vio al acusado, M.C.V., intentar atropellar ni al fallecido ni a su primo aunque ha dicho que vio al acusado coger el cuchillo que "llevaba al lado del freno de mano" y ha descrito cómo levantó la mano para acuchillarlo hasta clavárselo en el pecho, sin que el cuerpo estuviera metido dentro del coche.
Este testigo ha dicho que aquel momento lo ve "como en sueño" después de casi los dos años que han pasado desde el suceso, y ha explicado que permanecieron en el lugar dos o tres minutos hasta que vieron que I.G.R. "se tumbó más allá del coche".
La fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de pena para el acusado, mientras que la defensa mantiene que los hechos no son un delito doloso, sino "disculposo", ya que no hubo ánimo de matar y que la muerte se produjo tras un forcejeo al clavarse el cuchillo la víctima.
