Acepta cuatro años de cárcel al ser condenado por varios robos con fuerza en casas

El acusado, junto con los otros miembros del grupo que no han sido juzgados, cometieron numerosos robos en viviendas de Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Jaén y Málaga

Un hombre ha aceptado la condena de cuatro años de cárcel que le ha impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real al considerarle culpable de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada.

Según la sentencia, dada a conocer este viernes por la Audiencia Provincial de Ciudad Real y consultada por Efe, se considera probado que el acusado, en compañía de otros individuos contra quienes no se ha celebrado el juicio, con ánimo de ilícito enriquecimiento, de manera concertada y coordinada, planificaba y se repartía tareas o funciones con el fin de entrar en viviendas en las que previamente habían comprobado que no estaban ocupadas por sus moradores.

Para ello, según recoge la sentencia, utilizaban técnicas tales como fingir trabajar como comerciales, todo ello con el fin de sustraer objetos que se encontrasen en su interior, preferiblemente joyas y dinero.

El grupo tenía entre sus cometidos o tareas el llevar a cabo vigilancias previas, controlando y merodeando una zona concreta, labor para la cual se separaban en dos grupos y realizaban batidas a pie estudiando la entrada y vía de escape, colocando los vehículos de manera estratégica para posibles huidas y eligiendo entre sus objetivos aquellas viviendas que presentaban menos sistemas de seguridad.

La forma más habitual de acceder a las viviendas se producía mediante el forzamiento y la extracción del bombín, así como el uso de ganzúas y una llave de tensión y el método de la radiografía.

El grupo tendía a moverse o a cambiar de lugar de acción con mucha frecuencia; mientras unos se encargaban de llevar a cabo la ejecución del ilícito, el resto se mantenían en el exterior llevando a cabo funciones de vigilancia y control.

Disponía de instrumentos para la comisión exitosa de los ilícitos que evidencian su especialidad delictiva camuflados en los vehículos; utilizaban teléfonos móviles junto con auriculares a fin de establecer una continua y eficaz comunicación entre los mismos; adoptaban medidas de seguridad, entre las que cabe destacar la de realizar varias vueltas a una misma rotonda, con el fin de detectar un hipotético seguimiento, y ocultaban los efectos sustraídos en los vehículos en lugares de difícil hallazgo.

Con este modo de operar, el acusado, junto con los otros miembros del grupo que no han sido juzgados, cometieron numerosos robos en viviendas de Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Jaén y Málaga. 

Comentarios