El acusado de asesinar a su vecino en Ciudad Real dice que lo dejó "sentado y vivo"

El procesado, F.P.S.H.A., ha mantenido este relato ante el jurado popular que lo está juzgando por la muerte de su vecino, que se produjo en la noche del 29 de enero de 2020 en la calle Arrayanes, el cual sufrió cerca de una treintena de lesiones ocasionadas con unas tijeras, según los informes forenses
La Audiencia Provincial de Ciudad acoge el juicio con tribunal del jurado contra un hombre acusado de asesinar con unas tijeras a su vecino, y para quien la Fiscalía pide 20 años de prisión - EFE/Jesús Monroy
photo_camera La Audiencia Provincial de Ciudad acoge el juicio con tribunal del jurado contra un hombre acusado de asesinar con unas tijeras a su vecino, y para quien la Fiscalía pide 20 años de prisión - EFE/Jesús Monroy

El hombre que está siendo juzgado en Ciudad Real acusado de asesinar a su vecino de adosado en el barrio de Los Rosales de la capital ciudadrealeña, ha asegurado en la vista oral que él no mató a su vecino y que lo dejó "sentado y vivo" en la calle cuando se marchó del lugar.

El procesado, F.P.S.H.A., ha mantenido este relato ante el jurado popular que lo está juzgando desde este lunes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por la muerte de su vecino, que se produjo en la noche del 29 de enero de 2020 en la calle Arrayanes, el cual sufrió cerca de una treintena de lesiones ocasionadas con unas tijeras, según los informes forenses.

Durante el interrogatorio, que ha sido interrumpido en numerosas ocasiones por la presidenta de la sala para pedir seriedad tanto al acusado como los abogados de la acusación y la defensa, el procesado ha mantenido que fue atacado y agredido por el fallecido.

Según su relato, ambos mantuvieron una discusión después de que en torno a las 21:00 horas del 29 de enero del año pasado decidiera salir a la calle a limpiar las micciones, los excrementos de los perros y unas hojas que se encontraban a las afueras de su vivienda.

Fue entonces, ha dicho, cuando su vecino que había salido de su casa a abrir los contadores se dirigió a él "como un energúmeno" dándole gritos e increpándole y dirigiéndole insultos graves, además de que hacía gestos con la intención de pegarle, mientras llevaba "un mechero" en una mano, y en la otra "un objeto alargado escondido" que en un primer momento no identificó como unas tijeras.

Asimismo, ha explicado que cuando le pidió que se tranquilizase, el fallecido le propinó un "topetazo" en la cabeza, y que desistió de forcejear con él cuando apareció una vecina.

Una vez que la vecina se metió en su casa, y cuando él ya se iba a meter a su casa, el fallecido lo agarró por el brazo, volviéndolo a zarandear, ha continuado el encausado, que ha comentado que "vino por la espalda y a traición" y ha asegurado: "Yo decía, me voy a mi casa, a lo que él me contestó tú no te vas a ir a ninguna parte".

Durante su declaración ha aseverado que su inocencia "está probada", y ha insistido en que el no fue consciente de cómo se hizo las lesiones su vecino, porque según ha dicho "ni tuve las tijeras en mis manos", las cuales por el contrario, si vio en la mano derecha del fallecido.

El acusado no ha reconocido, a preguntas de los abogados de la acusación, que tuviera mala relación con este vecino como consta en las actuaciones, y ha matizado que "no es que la relación con los vecinos sea mala, es que no hay relación".

También ha negado que hubiera denuncias previas por ruidos u obras entre ellos, de forma que ha explicado que "yo hacía mi vida y ellos la suya".

Aunque si ha reconocido, en una parte de su declaración, que estaban "amenazados de muerte" por el fallecido tanto él como su madre, que si había denunciado a su vecino.

A preguntas de su abogado, el acusado ha reconocido que si hubiera tenido intención de matarlo podría haber ido a su coche que tenía aparcado a tres metros, para coger unas tijeras de podar tres veces mayores y de mayor grosor, que las que se encontraron en el lugar del suceso.

La fiscal, Carmen Mendiola, ha mantenido en el inicio del juicio que para ella los hechos que se juzgan son constitutivos de un delito de asesinato, porque hay testigos que ven parte de lo que allí ocurrió esa noche, y porque hay peritos que dicen la gravedad de las lesiones que recibió el fallecido.

Y ha sostenido que esta muerte fue dolosa, producida "a conciencia" y con alevosía.

El abogado de la viuda de la víctima, Federico Castejón, por su parte, ha sostenido que se trató de una muerte violenta "por nada", por unas cuestiones "de rivalidad o no sabemos que, que desencadenaron este luctuoso atentado".

Castejón ha dicho que su intención es demostrar que es un asesinato planificado, en el que concurren las circunstancias de alevosía y ensañamiento.

Por su parte, el abogado de la hermana del fallecido ha dejado ver ante el jurado que "no tiene sentido el discurso exculpatorio" del acusado, mientras que el abogado defensor, ha pedido al jurado que mantenga la "presunción de inocencia" para su cliente.

En este sentido, le ha dicho al jurado que su intención es demostrar la inocencia de su cliente basándose en que el informe biológico no consta que las tijeras que causaron las lesiones mortales contengan restos biológicos o de ADN del acusado y que sólo aparecen los de la víctima.

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