El inventor Mónico Sánchez despierta el interés en un congreso en Málaga

El inventor Mónico Sánchez despierta el interés en un congreso en Málaga
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La figura del inventor Mónico Sánchez Moreno, que fue uno de los personajes más importantes en el apartado científico y técnico de la España anterior a 1936, ha despertado un gran interés en el II Encuentro Europeo de Asociaciones de Patrimonio Industrial que se ha celebrado en Málaga.

Así lo ha explicado hoy a Efe el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Juan Pablo Rozas, que ha participado en este congreso en el que ha hablado de sus investigaciones y de su gran proyecto industrial materializado en el laboratorio Eléctrico Sánchez.

Fue una empresa de alta tecnología instalada en Piedrabuena (Ciudad Real) en la segunda década del siglo XX, que se mantuvo abierta durante casi 50 años.

Rozas, que es uno de los grandes estudiosos de su trabajo, ha recordado que el laboratorio Eléctrico Sánchez, de 3.500 metros cuadrados, que comenzó a fraguarse en 1913, permitió al inventor desarrollar con gran éxito los proyectos científicos y empresariales que años atrás había ideado en Nueva York.

Mónico Sánchez estudió ingeniería eléctrica en Nueva York y alcanzó en esta ciudad una gran reputación entre las grandes compañías eléctricas americanas de aquel momento.

En su intervención en el congreso, Rozas ha recordado la contribución de Mónico Sánchez a la técnica y la ciencia española con sus inventos.

Entre sus grandes inventos destaca el aparato de rayos X portátil, que tuvo gran aplicación en el marco de la electromedicina en España, en Europa y el resto del mundo.

El inventor ciudadrealeño, que ocupa un lugar destacado en el Museo Nacional de Ciencias y Tecnología de La Coruña, logró hacer que en un pequeño maletín de apenas unos kilos de peso se condensaran todas las funcionalidades de los pesados equipos de rayos X de la época.

Su famoso invento aportó numerosas ventajas cuantitativas y cualitativas a la medicina, de las que un ejemplo claro fue que las ambulancias del ejército francés durante la I Guerra Mundial estuvieran dotadas con sus equipos.

También es destacable que muchas pequeñas consultas de médicos en España pudieron contar con un equipo de diagnóstico cómodo, manejable y de fácil uso.

Su contribución a la ciencia fue mucho más allá, ha explicado el profesor Rozas, ya que introdujo mejoras sobre el aparato de medida de resistencias eléctricas llamado puente de Wheastone, que posteriormente fue el fundamento de numerosos aparatos de medida digitales actuales, como termómetros, tensiómetros o alcoholímetros.

Otro de los grandes descubrimientos de Mónico Sánchez fueron los tubos de descarga, como los conocidos tubos de Crookes o de Geissler, que constituyeron una revolución para la divulgación científica durante el siglo XX, ha apuntado Rozas.

Y ha asegurado que la historia de Mónico Sánchez, "ligada a un emprendimiento nada usual en su época", pues emigró a Estados Unidos a principios del siglo pasado a estudiar electricidad sin saber hablar inglés, "es hoy en día objeto de una profunda admiración y ejemplo para muchos estudiantes".

Rozas ha indicado que de aquel gran laboratorio hoy se conservan unos veinte metros de fachada, porque en el terreno que ocupó, en estos años se ha levantado un colegio, un centro de salud y una biblioteca, que están ahora al servicio de sus paisanos.

Además, ha subrayado que Mónico Sánchez Moreno "fue uno de los inventores más intensamente comprometidos con el desarrollo científico de España y de su tierra natal".

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